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El Quinto Evangelio.- Invitación a la Metamorfosis Íntima

INVITACIÓN A LA METAMORFOSIS ÍNTIMA

  ...Dilema del Ser y No Ser de la Filosofía. En primer lugar, poseemos un Organismo Físico. Este organismo está compuesto por órganos; y los órganos están formados por células; y las células están formadas por moléculas; y las moléculas están formadas por átomos; y los átomos están constituidos por iones y electrones, neutrones, protones, etc., etc., etc. En última síntesis, nuestro cuerpo físico, es una suma de Energías. Pero mas allá del cuerpo físico ¿tendremos algo, habrá algo?

Las fotografías nos están demostrando que sí hay algo. Los Rusos tienen un aparato en este momento, que llaman el “bioplasti... (¡Digo!, no recuerdo el nombre exacto), pero tienen un aparato electrónico, atómico, maravilloso, de percepción óptica, mediante el cual están estudiando el “fondo” del organismo humano.

Gracias a ese aparato se descubrió un cuerpo nuevo: Se descubrió que más allá de la cuestión atómica, existe el CUERPO BIOPLÁSTICO; ese Cuerpo Bioplástico, no es de Materia meramente Física, está formado por un tipo de Energía más fina, diría yo, Etérica; mas desdichadamente, los Físicos actuales no quieren aceptar la realidad del Éter. Empero como dijera Galileo: “Eppur si muove, si muove”... Yo diría aquí: “Pero existe, existe”...

“Pienso luego existo”, decía Descartes en su “Filosofía Cartesiana o de la Duda Metódica”. Yo digo: “Existo porque existo; y si existo, pues, tiene que haber un NEXUS FORMATIVUS, un Principio de Vida que me permita existir”...

No creo, en modo alguno, que los elementos puramente bioquímicos, que están sirviendo de base, para una organización fisiológica, puedan garantizar, por sí mismos, la existencia orgánica. Tiene que haber un fundamento para toda esas estructuras fisiológicas, anatómicas, biológicas, etc., del organismo. Pues un edificio sin cimientos se iría abajo. Así también, un cuerpo físico, biológico, orgánico, sin cimientos, sin fundamento, sin una base, tendría que desmoronarse, convertirse en polvo de la tierra, en polvo cósmico...

Los Científicos Rusos, con el aparato éste, ultramoderno (que tienen ahora) de percepción electrónica, descubrieron ese Nexus Formativus, que no es otra cosa, sino el Cuerpo Bioplástico. Lo han podido separar de un organismo vivo para analizarlo aparte, es una especie de “doble” del cuerpo físico, un Doble Orgánico.

En alguna ocasión, un médium Espírita, estando en trance, proyectó ese Doble Orgánico dentro del recinto, lo proyectó en frente. Un periodista que estaba allí, quiso convencerse de la realidad de aquel “fantasma” materializado. Para el efecto, sacó su pistola y disparó sobre el “fantasma”; desgraciadamente, la bala vino a quedar en el corazón del médium en trance; murió instantáneamente, claro está.

Pero vean ustedes lo interesante: Supongamos que aquí su amigo fuera el médium Espírita que ha proyectado su Doble allá, a la ventana, y que yo, aquí, por ejemplo, saque mi pistola y [dispare sobre] ese Doble que está allá, en la ventana, ¿por qué tiene que aparecer (luego), la bala en el corazón del médium? ¡Y así fue!

Explíquense ustedes ese fenómeno de la Cuarta Vertical Es que en el mundo de la Cuarta Vertical, hay Leyes completamente diferentes a las que existen en el Mundo Físico, desconocidas para la Física. La realidad, pues, es que el cuerpo, el “Doble” ése que estudian los Rusos, es el famoso “CUERPO VITAL” del que habla el Esoterismo, o el “Linga Sharira” del que hablaran los Indostanes en la India. Un cuerpo extraordinario...

¿Es posible viajar con tal cuerpo? ¡Sí es posible, y yo lo sé hacer a voluntad!; es obvio. Es un cuerpo extraordinario, con el que puede uno entrar en la Cuarta Vertical. Pero eso no es todo. Mucho más allá del Doble, o Principio de Vida (eso que sirve de fundamento al Organismo Molecular Físico), encontramos nosotros al Ego..., el Ego...

No estoy refiriéndome en forma enfática al Ego Subliminal de Miers; tampoco estoy haciendo, dijéramos, demagogia, para alabar al Super-Ego o Alter-Ego de muchos místicos pseudo-esoteristas y pseudo-ocultistas; en modo alguno quiero, tampoco, darle fuerza al concepto aquel de un Yo Superior, dominando a un Yo Inferior y que sirve de basamento a muchas doctrinas, ¡no!

Sencillamente, quiero evocar al EGO como se debe evocar: Como un conjunto de elementos indeseables que todos nosotros en nuestro interior cargamos. elementos subconscientes de nuestra psiquis, elementos absurdos, pero que llevamos en nuestra parte inhumana o bestial.

Estos “elementos” viven debido al Tiempo; en el fondo son Tiempo, es decir, el Ego en sí mismo, es Tiempo; el Ego, en sí mismo, es, dijéramos, un libro de muchos tomos. El Ego es la multiplicidad de elementos indeseables en nuestro interior; eso es lo que llevamos en verdad. Tal multiplicidad nos recuerda a la “DOCTRINA DE LOS MUCHOS” enseñada por los Tibetanos, en los Himalayas.

No hay Buddha de Contemplación que no haya tenido que luchar por eliminar de su psiquis, los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos. Así que, en realidad de verdad, ninguno de nosotros es Santo, ninguno de nosotros es perfecto, el único perfecto que hay es el PADRE.

Cada uno de nosotros carga múltiples errores en su interior; fuera de eso, ¿qué es lo que tenemos, además? Fuera de eso, lo único que tenemos es la ESENCIA. ¿Y qué cosa es la “Esencia”? Es dijéramos lo subliminal, eso que hay de Alma o de Espíritu (como ustedes quieran llamar), en nosotros. Esa Esencia vino de arriba, de la Galaxia, de las Estrellas; pasó por el Sol con la nota SOL; atravesó los siete Planetas con la nota FA, y penetró en el Organismo Físico-Químico con la nota MI...

La Esencia está, pues, en nosotros, dentro de nosotros; es lo mas digno, lo más precioso que hay en nuestro interior, pero está enfrascada entre la multiplicidad de elementos indeseables que en nuestro interior cargamos. ¡Ahí está! La Esencia es preciosa y es lo más decente, lo más digno que tenemos. Pero, obviamente, nosotros necesitamos DESCUARTIZAR AL EGO, volverlo polvo, reducirlo a cenizas, para que la Esencia, la Conciencia, resplandezca en nosotros, despierta, bellísima, inefable...

Destruido el Ego, la Esencia resplandece en nosotros: ¡SE HACE LA LUZ EN LAS TINIEBLAS! ¿En qué clase de “Tinieblas”? Las Tinieblas que cargamos dentro. Hay necesidad de que la Luz resplandezca en nuestras propias Tinieblas, y eso solamente es posible destruyendo el Ego. Porque el Ego es Tinieblas en nosotros, y la Luz debe resplandecer en las Tinieblas de nosotros mismos .

Pero eso no es todo. Si bien es cierto que hay que destruir al Ego animal, no es menos cierto que necesitamos crear los CUERPOS EXISTENCIALES SUPERIORES DEL SER.

En todos los textos de Teosofía, de Rosacrucismo, de Yoguismo, etc., etc., etc., figuran los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser... Se nos ha dicho que “el Ser ya tiene los siete Cuerpos”; se habla también de Cuerpos más elevados, por ejemplo, del “Sambhogakaya“, del “Nirmanakaya”, del “Addikaya”, y otros más. Pero, en realidad de verdad, que si el “animal intelectual” no posee siquiera los Cuerpos Astral, [Mental y Causal], mucho menos va a poseer los Cuerpos Superiores como son el Nirmanakaya, o el Sambhogakaya, o el Addikaya (¡son vehículos de Dioses!).

Así que hay que empezar por crear los cuerpos que nos dan el derecho a formar parte del Hombre, a ser Hombres; a ser seres humanos, en el sentido más completo de la palabra.

Es urgente, pues, empezar por crear el EIDOLÓN, ¿y qué se entiende por el “Eidolón”? El Eidolón no es otra cosa sino el Cuerpo Astral. ¿Cómo crear nosotros ese cuerpo? Empecemos por pensar cómo fue creado el cuerpo físico...

El Eidolón es precioso, uno después de muerto puede materializar el Eidolón, si conoce el sistema, la ciencia, y vivir en el Mundo Físico con el Eidolón. Yo sé de casos de Iniciados, que han podido materializar el Eidolón y vivir después de muertos, como si fueran personas normales, comunes y corrientes: Comer, vestirse, ingerir, asimilar, etc., etc., etc.

Materializar el Eidolón es posible; hay procedimientos que todavía se conservan en secreto en el Tíbet: Por medio del SACRAMENTO ALMOADZIANO, cualquier Iniciado puede materializar el Eidolón después de muerto, y vivir como una persona entre las personas, aquí, en el Mundo Físico, durante un año (no toda la vida, pero sí un año). Porque después, de acuerdo con la Ley del Eterno Trogo Autoegocrático Cósmico Común, se lo traga, pues, el Mundo Solar.

Así que, el Eidolón, es un precioso vehículo (el Astral o Eidolón). Uno con el Eidolón puede viajar de un una Estrella a otra; entrar en el fuego que existe entre el interior de la Tierra sin quemarse; sumergirse entre las aguas sin recibir ningún daño; atravesar una roca de lado a lado sin perjudicarse en nada; con el Eidolón, uno puede, perfectamente, visitar otros mundos del Sistema Solar, conocer otras humanidades, ponerse en contacto con los Inefables de otras regiones; con el Eidolón podría uno, por ejemplo, visitar a Venus (si es su gusto), o al Sol mismo, pero hay que fabricar ese cuerpo en el “Laboratorio”.

No estoy hablando de un laboratorio como el de hacer jabón o algo por el estilo, ¡no! Estoy hablando del LABORATORIO HUMANO (porque ese cuerpo no puede salir de la nada; de la nada, nada se hace); ese cuerpo hay que fabricarlo con la misma Sustancia maravillosa con que se fabricó el cuerpo físico.

¿Cuál “Sustancia” sirvió de basamento, para la creación del organismo que tenemos? Bien sabemos nosotros de ese elixir extraordinario que reside en las gónadas, ese famoso “MERCURIO de la Filosofía Secreta”, es decir, de lo que se llamaría “la Savia de la Vida” o hablando en el estilo de un Paracelso: “El Ens-Seminis»”. De esa entidad, naturalmente, salió el organismo vivo que tenemos actualmente. Así que, en verdad, lo que necesitamos es transmutar ese Esperma Sagrado, el “Exiohehai”, como se dice.

Saberlo transmutar y sublimar. Si lo transmutamos, si así procedemos, podemos estar absolutamente seguros de lograr cristalizar esa Energía extraordinaria, en la forma del Cuerpo Astral o Eidolón. Precisamente, hoy estuve hablando en televisión sobre el particular.

Se necesita, pues, la TRANSMUTACIÓN o SUBLIMACIÓN DE LA LIBIDO SEXUAL. Si uno consigue transmutar y sublimar la Libido, es obvio que la Energía Creadora condensa en una forma diferente: Condensa en el famoso Cuerpo Astral. Esta Energía del sexo, empezará por saturar las células orgánicas (ya las del cerebro, ya las del cuerpo físico en general), y luego, definitivamente, vendrá a tomar la forma el Vehículo Astral. Entonces el Cuerpo Astral, será una especie de doble organismo, existiendo dentro de nuestro organismo.

Dotados de ese Cuerpo Astral, podemos perfectamente, visitar el interior de la Tierra y ponernos en contacto con las Potestades del Fuego; o sumergirnos entre las profundidades del océano para conocer a los Jerarcas del Agua; o viajar por los aires como hacía Simón el Mago; para entrar en contacto con los Reyes del Aire; o visitar, pues, las regiones de la mera costra terrestre para conocer a los Príncipes de la Tierra; o con ese Cuerpo Astral podemos investigar los Misterios de la Vida y de la Muerte...

Podremos penetrar en el Laboratorio de la Naturaleza, con el propósito de analizar, de conocer, de experimentar los procesos de la vida. Podremos dedicarnos a estudiar nuestra propia vida, hacer recordación de nuestras vidas anteriores, revivir las pasadas existencias; ahí venimos a darnos cuenta, de que antes de existir como existimos ahora, ya nosotros existíamos en el pasado. El Cuerpo Astral nos podrá evidenciar la realidad de que tuvimos [otras existencias], de que antes de nacer, habíamos vivido en este mundo. Pero eso solamente es posible creando un Cuerpo Astral, ¡fabricándolo!

Cuando uno ha conseguido la fabricación de ese Cuerpo Astral, se encuentra listo como para crear el CUERPO DE LA MENTE. Ciertamente, crear el Cuerpo Mental, es una obra de arte extraordinaria. Cuando uno se fabrica para su uso particular un Cuerpo Mental, puede, con esa Mente, realizar prodigios: El Cuerpo Mental es un cuerpo muy receptivo, puede captar, puede asimilar las Energías del Universo; puede asimilar también los Conocimientos que existen dispersos por aquí, por allá y acullá, en toda la Mente Universal; puede recibir información de otros planetas, recibir información directa de otros mundos; ponerse en contacto con los Señores de la Mente.

Mas hay que crearlo, y se crea con transmutación de la Libido Sexual. Mas no hay que mirar a la Libido Sexual, sencillamente, como un tabú, como un motivo de vergüenza, disimulo, pecado, etc.

Hay que afrontar a la Libido Sexual como es; no juzgarla equivocadamente, no calificarla con calificativos absurdos; no enjuiciarla en forma ignorante, porque existe una tendencia, pues, manifiesta, ¿no?, a considerar todo lo que se relaciona con el sexo opuesto, como una especie de pecado gravísimo, como un crimen.

Nosotros necesitamos hacer frente a tales prejuicios y volverlos pedazos, y mirar, pues, los otros asuntos de la SEXOLOGÍA TRASCENDENTAL, o Subliminal, con la mayor naturalidad.

Si uno aprende, repito, a transmutar, entonces logra, naturalmente, crear el Cuerpo de la Mente. Cuerpo extraordinario que le da a uno una verdadera Individualidad en el pensar; que lo hace a uno maduro para los procesos del entendimiento; que le da a uno Sapiencia en el sentido más completo de la palabra.

Es un CUERPO RECEPTIVO. Las gentes no saben manejar la Mente: Quieren hacer de la Mente algo proyectista, y resulta que la Mente es, absolutamente, por sí misma, receptiva. Hay que volverla pasiva y receptiva a la vez. Ella debe encargarse de recibir información. El objetivo de la Mente, es recibir información, ¿de quién y de qué? Información que venga de arriba, del Cielo de Urania, a través de los Centros Superiores del Ser.

Si la Mente es receptiva, la información a través de los Centros Superiores del Ser llega a ella y entonces, ella puede, viene a tener entendimiento claro de tales informaciones. Pero hay que hacer la Mente receptiva. La gente tiene tendencia a volverla proyectista y ella no es proyectista, por naturaleza es receptiva. El Cuerpo Mental es un cuerpo femenino, y por tanto es receptivo; no es un cuerpo masculino sino femenino. Ésa es la cruda realidad de los hechos.

Y hay que crearlo, porque la humanidad no posee ese cuerpo; aunque los Teósofos, aunque Annie Besant, aunque Mr. Leadbeater, aunque esta... Blavatsky, etc., aunque... ...que escribió tan preciosas obras, hayan dicho que “el ser humano ya posee el Cuerpo Mental”, ¡es falso, todavía no lo posee, hay que fabricarlo!; y eso es todo.

Un poco más a fondo nos encontramos nosotros con el CUERPO CAUSAL. Este cuerpo por sí mismo, es espléndido. La gente no lo tiene. Tienen allá, en el Mundo Causal, cada uno, un “exponente anímico”, un especie de “ecuación aritmética” que hay que resolver, o un germen que puede ser susceptible de desarrollo. Pero no poseen en verdad el Cuerpo de la Voluntad Consciente, es decir, el Cuerpo Causal.

El Cuerpo de las Causas Naturales hay que crearlo por transmutación y sublimación de la Libido Sexual. Creando tal cuerpo, nos convertiremos en verdaderos Hombres, venimos alcanzar la auténtica INMORTALIDAD del Hombre, y la adquiriremos en el Mundo de las Causas Naturales.

Cuando alguien ha creado el Cuerpo Astral, cuando se ha dado el lujo de fabricarse el Cuerpo Mental, y por último, ha dado forma al Cuerpo de las Causas Naturales, en sí mismo, se convierte de hecho, en una Criatura-Hombre, recibe los PRINCIPIOS ANÍMICOS Y ESPIRITUALES, que hacen de él un HOMBRE, un Hombre en el sentido más completo de la palabra, un Hombre, un Rey de la Creación, un Hombre de verdad.

Mas, ya como Hombre, no es entendido por sus semejantes, tiene otra forma de proceder que sus semejantes equivocan; se le juzga equivocadamente. Resulta que sus semejantes tienen códigos falsas morales, de éticas equivocadas; cuando ven a un Hombre, lo juzgan como ellos son, equivocadamente.

El Hombre es distinto al “animal intelectual”: Maneja Fuerzas que el “animal intelectual” desconoce; tiene sus procederes que el “animal intelectual” confunde con sus procederes. Por tal motivo, se le endilga al Hombre los errores que el “animal intelectual” carga; se le calumnia, se le enjuicia absurdamente.

Por todas esas y otras cosas, conviene que ustedes sean reflexivos. El “animal intelectual” equivocadamente llamado “Hombre”, no es el Hombre. La verdadera Inmortalidad, no es otra cosa sino el convertirse en Hombre; y el Hombre verdadero es el Hombre Causal, el Hombre que se hace Hombre en el Mundo Causal, porque se ha fabricado un Cuerpo Causal.

Cuando ya llega a la estadía del Hombre, crea el CENTRO DE GRAVEDAD DEL HOMBRE, establecido, firmemente, en el MUNDO CAUSAL. Allí queda con firmeza establecido, sin embargo, se proyecta desde el Mundo Causal hacia el Mundo de la Mente y hacia el Mundo Astral, y por último, hacia el Mundo Físico, para vivir y existir aquí.

Pero su Centro de Gravedad está establecido en el Mundo Causal, es decir, en el Mundo de las Causas Naturales. He ahí pues, el Camino que conduce al Hombre; pero no es todo llegar al Hombre: Para poder uno convertirse en Hombre, dijésemos se necesitaba de la DISPONIBILIDAD

AL HOMBRE, y son muy pocos los que permanecen firmes en la Senda que conduce al Hombre... 

...“¡Creo en el SUPERHOMBRE!”; pero, es obvio que para llegar al Estado de Superhombre, se necesita FUSIONARSE CON LA DIVINIDAD. Si uno no logra fusionarse con la Divinidad, tampoco puede alcanzar la Estadía del Superhombre.

Aspiramos al Superhombre y estamos en la Senda que conduce al Superhombre, pero el Camino es difícil, está lleno de abrojos y de espinas, y muy raro es el que se convierte en Superhombre. Si convertirse en Hombre ya de por sí es difícil, ¿cuánto será, cuánto más difícil será llegar a la estatura del Superhombre? ¡Es espantosamente difícil!. La Vía que conduce al Superhombre, se aparta de lo común...