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El Quinto Evangelio.- Puntualizaciones sobre el Trabajo Psicológico

PUNTUALIZACIONES SOBRE EL TRABAJO PSICOLÓGICO

Discípulo. Maestro, me gustaría que nos hablara algo sobre los problemas. ¿Cómo se forman los problemas y cómo se destruyen? ¿Qué posición psicológica deben adoptar los gnósticos frente a ellos?

Maestro. Con el mayor gusto daremos respuesta a tu pregunta, mi estimado F. V. U. Obviamente, el PROBLEMA –entiendo–, no es más que UNA FORMA MENTAL CON DOS POLOS: Positivo y Negativo. Tal forma existe porque la Mente la sostiene, y deja de existir cuando la Mente deja de sostenerla.

Nosotros no debemos tratar de resolver problemas. Necesitamos disolverlos. Un problema se disuelve cuando se olvida. El hecho es el hecho; el problema es algo diferente. No hay que confundir al hecho con el problema.

Desafortunadamente, las gentes, debido al temor (que es el peor enemigo de la humanidad), no abandonan el problema. Si las gentes no tuvieran temor, dejarían de sostener con la Mente ese problema, lo olvidarían. Obviamente, la sucesión eventos e instantes mecánicos continuaría y algún desenlace tendrían, pero el problema dejaría de existir.

Que se necesita cierto valor, es cierto. Pero, ¿no... ...un problema? Si nosotros analizamos bien todo el proceso de constitución de los problemas, tenemos los siguiente: La causa causorum de tal o cual problema existe en la IDENTIFICACIÓN, cuando uno se identifica con éste o aquél, con tal o cual evento, con tal o cual suceso o acontecimiento, entonces, viene el problema. Y lo... ...es, ese batallar de antítesis del problema. Obviamente, el resultado es la preocupación. Si nosotros analizamos la preocupación, en sí misma, veremos que es eminentemente destructiva: el CENTRO EMOCIONAL ALTERADO, pone a trabajar en forma desordenada al CENTRO INTELECTUAL, y también excita, en forma inarmónica, las actividades del CENTRO MOTOR.

Si observamos a una persona preocupada, veremos en el entrecejo... ...en el movimiento de sus manos, etc., la pésima actividad del Centro Motor; obviamente éste marcha en forma desordenada.

Y en la Mente, no hay duda de que hay un batallar de antítesis espantoso. Podría decirse, de una preocupación ocasionada por un problema, que es un verdadero caos dentro de nosotros mismos: No tiene orden, no lleva una dirección definida. Los tres Centros, pues, están activos delante la preocupación: el Emocional, el Intelectual y el Motor... ...Indiscutiblemente, el DESGASTE PSÍQUICO y... ...ocasionado por la preocupación suele ser espantoso.

Exageradas preocupaciones traen úlceras al estómago, daños al cerebro, etc., etc., etc. Las personas demasiado preocupadas, por lo común tienen pésima digestión. Se altera el funcionalismo digestivo, porque la preocupación arruina a todo el Fondo Vital del organismo y altera a todo el organismo humano.

Lo interesante es aprender a eliminar las preocupaciones. Cuando uno logra someter a ese par de “ELEFANTES” que tenemos en nuestro organismo, que son el Centro Intelectual y el Centro Motor, obviamente la batalla está ganada. Porque este par de “elefantes” pueden someter al Centro Emocional, y en ese caso, la preocupación se desintegra.

De modo que, cuando estamos muy preocupados, obviamente, nos hemos olvidamos de sí mismos, de nuestro propio Ser Interno. Durante la preocupación nos hemos identificado con el problema; no tiene uno tiempo para pensar en otra cosa que nos sea el problema... ...esa horrible preocupación.

Quien quiera eliminar las preocupaciones debe, ante todo, estar en ese estado psicológico que se llama “LA ÍNTIMA RECORDACIÓN DE SÍ MISMO”. Cuando uno se recuerda a sí mismo profundamente, entonces, en todo caso, cesa la corriente desordenada de los pensamientos y de los deseos y emociones; eso es obvio.

Mas creo que todos, o muchos de los hermanos gnósticos que escuchen este cassette, quisieran así, como una técnica para acabar con alguna violenta preocupación, y nosotros, con el mayor gusto se la vamos a proporcionar en este cassette.

Decía que “sometiendo ese par de «elefantes» que son el Centro Intelectual y Motor, podemos, por medio de ellos, controlar al Centro Emocional”. Claro, se necesita una técnica, repito, y con el mayor gusto la vamos a dar:

Para normalizar al Centro Motor, conviene relajar completamente el cuerpo. Empezar por relajar los nódulos del cerebro, los músculos de la cara, de los ojos, las comisuras de los labios, el cuello, los brazos, las manos, el tronco, el estómago, las piernas, los pies, y respirar honda y profundamente...

La asana aconsejable, o la postura aconsejable para esta relajación, es acostarse uno en su lecho o sentarse en un cómodo sillón. Con el cuerpo relajado, respirando en una forma rítmica y profunda, queda controlado el Centro Motor.

En cuanto al Centro Intelectual, propiamente dicho, tenemos que no hacerle caso al proceso ese de raciocinio y de antítesis; si nosotros nos acordamos de nuestro propio Ser... ...y nos concentramos en nuestro Dios Interno, obviamente nos olvidamos de todos esos procesos intelectuales, queda la Mente en silencio.

Y ya sometidos este par de “elefantes” (que son el Centro Motor y el Centro Intelectual), entonces, mediante los mismos podemos someter el Centro Emocional. Es claro, una Mente serena, pasiva y un cuerpo relajado, de hecho, son decisivos para que influyan en el Centro Emocional. Éste cesa sus movimientos desordenados, es decir, se aquietan las emociones, quedan en suspenso y la preocupación pasa.

Pensemos en lo que es el Centro Intelectual quieto y en silencio; en lo que es el Centro Emocional quieto y en silencio; en lo que es el cuerpo físico completamente relajado; entonces, en suspenso la preocupación ha dejado de existir, entonces, en esos instantes, el problema ha sido olvidado; y problema olvidado, es problema disuelto; adviene la Paz.

Después de esta práctica lo vemos distinto. Si miramos el evento aquél que proporcionó la preocupación, que dio origen al problema, ya no lo vemos como lo estábamos viendo antes de la práctica; lo podemos observar en forma distinta, diferente.

Ha dejado de existir el problema, se ha acabado la preocupación. Aunque pueda... ...ya no nos importa, el miedo ha quedado también cancelado.

Así pues, esto es lo que conviene saber en relación con los problemas y las preocupaciones. Hasta aquí mi respuesta.

D. Maestro, quisiera preguntarle ahora, ¿cuáles son los tres pasos, de los cuales usted ha hablado, para la destrucción de los Egos? Y también, que nos aclare algo sobre cómo se disfrazan los Egos, para hacerse más difícilmente identificables y por lo tanto más difíciles de destruir.

M. Con el mayor gusto voy a dar respuesta a nuestro hermano V., sobre este asunto de los Yoes.

Ciertamente, NECESITAMOS AUTOOBSERVARNOS para conocernos. En principio, nuestros estudiantes gnósticos no saben, ciertamente, qué es lo que deben observarse. Cuando se comienza la Autoobservación todo resulta caótico (no se tiene todavía la práctica), nos parece nuestra psiquis, confusa.

Conforme nosotros vamos desarrollando el Sentido de la Autoobservación a través del vivo ejercitamiento práctico, comenzamos también a percibir, vagamente, algo de nosotros mismos que antes no conocíamos; posiblemente descubramos que tenemos un defecto que antes nunca sospechábamos: tal vez un mala voluntad hacia alguien, también un deseo inferior o una emoción negativa, o cualquier otro defecto psicológico.

Cuando uno realmente ya ha descubierto, aunque vagamente, algo de lo cual antes no se había dado cuenta, entonces, incuestionablemente, se centra ya, pues, sabe sobre qué trabajar, y surge con notoriedad el propósito del trabajar. ¿Cómo podría surgir tal propósito si no hubiese algo sobre qué trabajar? Sólo sabiendo sobre qué debemos trabajar, puede nacer en nosotros el incentivo, es decir, el propósito del trabajar.

Lo curioso es que viene al vernos... ...al descubrir ese defecto, a comprender también que... ...esclavos de tal o cual error. El trabajo subsiguiente consistirá en SEPARAR ESE ERROR DE NUESTRA PROPIA PSIQUIS... ...ahora, separarlo es lo fundamental.

Esto de separarlo implica un nuevo paso, y posiblemente hasta un tremendo superesfuerzo. Cuando uno avanza en el trabajo puede desintegrar ese error, hasta volverlo polvo. Es claro que se necesitará, pues, de una Fuerza superior a la Mente, capaz de desintegrar el error que hemos descubierto.

Existe tal Fuerza: es la SERPIENTE ÍGNEA de nuestros mágicos poderes, la Kundalini (ese Fuego Serpentino, anular que se desarrolla en el cuerpo del asceta y que citan tantos Sabios Orientales). Tal Fuego Super-Astral o Fuego Solar, convenientemente dirigido contra el Yo psicológico que personifica al error (descubierto por medio de la Autoobservación), viene naturalmente a desintegrarlo, a pulverizarlo, para liberar a la Esencia.

Ahora bien, en la cuestión ésta del Autodescubrimiento, necesitamos ser didácticos, necesitamos OBSERVAR cuidadosamente el comportamiento del error, o mejor dijéramos, del YO PSICOLÓGICO que personifica el defecto, EN CADA UNO DE ESOS TRES CENTROS llamados: Intelectual, Emocional y Motor

Cualquier defecto está personificado por algún Yo psicológico. Hay una debida forma como se expresa en el Centro Intelectivo; otra, el modo como se comporta en el Centro Emocional (situado en el corazón); y otra la manera como se comporta en los Centros Motor, Instintivo y Sexual.

Esas tres formas de comportamiento de un Yo, bien vale la pena que las observemos cuidadosamente. Porque observándolas, podremos descubrir nosotros ese error que debemos eliminar, ese Yo que queremos erradicar de nuestra Naturaleza Psíquica.

Así pues, cuando se me pregunta sobre los TRES PASOS que hay que dar, me refiero, exclusivamente, a la observación minuciosa de tal o cual Yo psicológico en los tres Centros: Intelectual, Emocional y Motor-Instintivo-Sexual.

Vean ustedes que los Centros: Motor, Instintivo y Sexual, los resumo como si fuesen uno, porque son tres Centros Inferiores que se coordinan para formar, dijéramos, una especie de Personalidad. Por eso en cada persona HAY TRES PERSONALIDADES muy marcadas: la Intelectual, la Emocional, y la Instintiva-Motor-Sexual.

Son tres Personalidades... ...estudiar cómo se comporta el Yo en lo Intelectual; cómo se comporta en lo Emocional, es fundamental; y cómo se comporta en los diferentes Centros Motor, Instintivo y Sexual, es extraordinario.

Ahora, al Autoobservarnos lo hacemos con el evidente anhelo de Autodescubrirnos, de Autoconocernos. ¿Cómo podría surgir, verdaderamente, el propósito de trabajar sobre sí mismo, sino se autoconoce, sino se autodescubre?

Hay que saber que no nos conocemos a sí mismos. Porque una cosa son las ideas, los conceptos que uno tenga sobre uno mismo, y otro cosa es lo que es uno mismo.

Estoy seguro que los que están escuchando este cassette, no se conocen. Tienen sobre sí mismos ideas equivocadas. Si ellos se autoobservaran, descubrirían dentro de sí mismos elementos psicológicos in-sos-pe-cha-dos.

Es, pues, importante, la Autoexploración a través de la Autoobservación. Naturalmente que se necesita el propósito de trabajar sobre uno mismo, si se quiere un cambio radical interior profundo.

Mas tal propósito no podría salir de la nada. Incuestionablemente, ese propósito del trabajo, sólo podría originarse de la Autoobservación, que nos da a su vez el Autoconocimiento. Cuando uno descubre mediante la Autoobservación, la existencia de tal o cual elemento indeseable, surge, en sí mismo, la decisión de un propósito, es claro que sí. Surge en uno el propósito de erradicar ese elemento; y es natural que si persevera en el propósito, pues, adviene el triunfo.

Es necesario que los que escuchen este cassette, se propongan de verdad, a trabajar de acuerdo con las indicaciones que aquí damos.

Hay, naturalmente, algunos que hacen propósitos en la vida: Alguien puede tener el propósito de tener una profesión, titularse para vivir una vida en buenas condiciones económicas. Otro, puede tener un propósito incipiente, cual es el de conservar su posición, su capital, etc., etc. Mas también es verdad que si no tiene uno un propósito en la vida, uno sería como un barco sin vela y sin motor, o sin timón; estaría condenado al naufragio.

Naturalmente que estos propósitos de la Horizontal de la vida, son muy distintos a los propósitos de la Vertical; eso es claro.

El propósito, por ejemplo, de trabajar sobre uno mismo, puede estar reñido con los propósitos de la vida, tal como se procesa en la Línea Horizontal de la existencia... ...los propósitos de la Vertical no tienen ninguna significación en la Línea Horizontal de la existencia. Cuando uno tiene el propósito de trabajar sobre sí mismo, si otro conoce nuestro propósito, no le hallará sentido a eso.

Hay cosas, por ejemplo, en la vida práctica, que son correctas, y sin embargo,... ...Vertical de la existencia no están tan correctas. Quien se propone trabajar sobre sí mismo, incuestionablemente, tiene otras Leyes, queda sometido a otras Leyes. Pero no son unas Leyes que lo perjudiquen, al contrario, son Leyes que lo benefician y que a la larga le permiten... ...eliminar de nuestra naturaleza íntima los elementos psicológicos indeseables es el mejor... ...y sólo así se consigue el verdadero Despertar, que es el objetivo de todo nuestros Trabajos Esotéricos.

Hasta aquí va, pues, la respuesta, con respecto a los tres pasos de que nos ha hablado nuestro hermano V.

D. ¿ ...La forma como se disfrazan nuestros Egos para hacerse más difícil su identificación y por lo tanto su destrucción?

M. Ciertamente, “ENTRE EL INCIENSO DE LA ORACIÓN TAMBIEN SE ESCONDE EL DELITO” Entre el perfume de los Templos se esconde el delito: El delito se viste de Santo, de mártir, de Apóstol, etc., etc., etc. El delito busca innumerables justificaciones...

El delito se escapa, le gustan las evasivas, etc. Por ejemplo: Gentes hay que dicen que aman la belleza. Hombres que... ...creen que no han hecho nada mal, les ha parecido muy sencillo... ...Inclusive hay hermanos gnósticos, esoteristas, que consideran sencillamente aman la belleza y se justifican de cincuenta mil maneras. Pero si ellos vieran lo que está sucediendo en los procesos inconscientes, subjetivos, si ellos se autoexploraran íntimamente, descubrirían la tremenda lujuria de su interior.

Obviamente, en instantes que echaban el piropo a la muchacha que pasaba, Yoes sumergidos entre Infraconsciente, infrahumanos, copulaban con Yoes interiores sumergidos de la dama que pasaba; ahí fornican.

Esto que te estoy diciendo, sobre las damas, también se puede aplicar a los caballeros. Mujeres hay que en ocasiones que ven un joven y le miran, y les parece guapo, y consideran que no han hecho nada malo, pero en su interior ha habido fornicación...

Así pues, que la fornicación se reviste de muchas formas; y la fornicación se disfraza también con el ropaje de la belleza.

La ira suele vestirse con la toga del juez. Los celos son multifacéticos; existen los celos religiosos: un sacerdote ve con horror que se le vayan para otro... ...para otra secta; o un gnóstico se enoja porque otro hermano del Lumisial se pasó para otro Santuario. He ahí los celos religiosos; un hombre celoso cuida mucho a su mujer, considera que está rodeada de peligros; con siete candados... ...más en el fondo son puros celos. Así, pues, el delito se disfraza de muchas maneras.

En cierta ocasión el Maestro Morya me decía: “Unirse con el Íntimo es algo muy difícil; de dos personas que intentan unirse con el Íntimo, tan sólo una lo consigue... Porque como dijo el poeta: “Entre las cadencias del verso, también se esconde el delito”... Muchos son los que se justifican para no hacer obras de Caridad, muchas son las evasivas...

Yo conocí a alguien que después de un ataque de ira exclamaba: “¡No, yo no tengo ira; no fue ira lo que sentí, era que estaba demasiado nervioso, ofuscado, pero eso no fue ira!”...

Hay otros que no tienen ningún inconveniente en decir: “No, soy un cumplidor de mis deberes: veo por mi casa, por mi hogar, por mis hijos, etc., etc., etc.”..., y luego, lo contrario; por tal o cual motivo, truenan y relampaguean, le niegan el pan a los hijos y a la mujer...

Conocimos el caso de un sujeto X-X, cuyo nombre no menciono, el decía que quería llegar al Padre. Practicaba diversos ejercicios esotéricos; tremendamente místico, sin embargo, tronaba y relampagueaba en su casa, era un ogro; mas él presumía de virtuoso, de Santo. Mas un día de esos tantos, la pobre mujer perdió a su padre terrenal. Éste dejó un legado para la misma: una finca muy hermosa en determinado lugar de México.

Y después que el “ogro” se hubo enterado de esa herencia, ordenó a la mujer que se la entregara en forma total, todos sus bienes; la infeliz mujer le ofreció alguna cantidad de dinero, más él protestó iracundo, diciendo: “¡Todo o nada!”. Como la mujer temía que más tarde quedara abandonada por el “ogro”, resolvió no entregarle nada (bien lo hizo, decimos nosotros). Airado el “ogro”, le pidió el divorcio.

La pobre, no quería en modo alguno tal divorcio, pues amaba a sus hijos, y de ninguna manera deseaba que estos permanecieran sin padre; mas el “ogro”, iracundo, no aceptó el trato, y la infeliz se vio obligada a firmar carta de divorcio.

Cuando visité al “ogro”, lo hallé sumido en mística oración; me hablaba de que “quería llegar a su Padre”, de que “quería Autorrealizarse”, etc., etc., etc... Era vegetariano insoportable (en un ciento por ciento); se consideraba un Santo; se lavaba las manos; se creía perfecto...

No está demás concluir esta narración diciendo que hube de cortar esta amistad. Vi que resultaba inútil tratar de llevarle por la Senda de la Rectitud...

Es claro que, para poder hollar la Senda que lo ha de conducir a uno a la Transformación Íntima del Ser, se necesita, antes que todo, ser uno un BUEN AMO DE CASA, cumplir uno con sus deberes, para con la esposa, para con los hijos, para con los suyos.

Si uno no es un Buen Amo de Casa, no puede, en forma alguna, dedicarse de verdad a un Trabajo Esotérico Superlativo del Ser.

He conocido a muchos que deseaban hollar la Senda y que creían que iban muy bien, pero, su vida doméstica, incuestionablemente, resultaba desastrosa, desordenada. Es claro que esa clase de gente fracasa.

El Trabajo Esotérico sobre uno mismo requiere, ser (como ya dije), primero que todo, un Buen Dueño de Casa. Segundo, ser uno UNA PERSONA DECENTE, CULTA, no un lunático, no un “cuchufletas”. Se necesita que haya en uno, que exista en uno un verdadero equilibrio social y económico. Sólo así, verdaderamente, se está preparado para el trabajo sobre uno mismo.

Pero el delito gusta de disfrazarse con muchos ropajes. Hay malos hijos en el mundo que están trabajando sobre sí mismos, queriendo llegar a la Autorrealización del Ser; hay malas esposas que están trabajando sobre sí mismas y que quieren la Liberación; hay malos maridos que se creen perfectos, pero que son monstruosos, y sin embargo, están trabajando sobre sí mismos, se proponen llegar a la Liberación y anhelan... Toda esa clase de gentes así, ¡fracasan! De nada sirve que nos disfracemos, porque el fracaso es fracaso;

Así pues que bien vale la pena reflexionar un poco en todas estas cuestiones: Si alguien es un Buen dueño de Casa, un buen hijo, un buen hermano, un buen padre, una buena madre, un buen ciudadano, si es una persona decente, si es una persona que no es lunática, que no es “cuchufletas”, está preparada, pues, para el Trabajo Interior sobre sí misma... Hasta aquí, pues, mi respuesta.

D. ...Nos hablara algo sobre los Estados de Conciencia y del comportamiento psicológico que debe tener una persona frente a cada uno de los Eventos...

M. Bueno, la mayor parte de la gente, cuando nos narra la historia de su vida en forma gratuita sólo cuentan Eventos, es decir, sucesos; y creen que su narración es plena, completa, lo cual es falso.

Han olvidado, tales personas, los Estados de Conciencia correspondientes a los diversos sucesos de su propia existencia. No hay duda de que todo evento va acompañado de un Estado de Conciencia. HAY TANTOS ESTADOS DE CONCIENCIA CUANTOS EVENTOS HAY; eso es obvio.

Mas, muchas veces sucede que no nos hallamos en el Estado de Conciencia apropiado para tal o cual situación, y el resultado suele ser el fracaso. Podría decirse que esos acontecimientos que toda la vida hemos estado aguardando, el día que verdaderamente llegan acaecer, entonces, no sabemos apreciarlos, por no hallarnos en el Estado Interior apropiado.

El 13 de Diciembre de este año 1974, celebramos aquí en México la Clausura de los Estudios 1974; la fiesta estuvo alegre, amenizada por un conjunto musical; todos los hermanos dichosos; sin embargo, pude apreciar a una dama que no se hallaba en el Estado Interior apropiado: Esta dama empezó quejándose de la música, de los sonidos estridentes, que se iba a volver loca con esos ruidos; que me pediría permiso para retirarse, etc., etc., etc. Luego, alegó alguna razón de tipo espiritual, en forma enfática, subrayó:

Pensaba que este festival era así, con una Meditación muy profunda, porque me han hablado a mí mucho, que usted dicta, da clases de Meditación en Tercera Cámara... Dije:

...hemos estado meditando durante todo el año, mi estimable hermana, y hoy, solamente hemos sacado una mínima cantidad de tiempo para clausurar los estudios del presente año de nuestra Institución. Indubitablemente, los hermanos todos, hemos celebrado, por tal motivo, una fiesta. Creo que con este festival damos por terminados los estudios del presente año escolar...

Nada pareció haber entendido. Cuando prosiguió con su estado de nerviosismo por la música que resonaba alegre en la estancia, me limité a decirle dos palabras: PACIENCIA y SERENIDAD. Algo entendió la dama; mas al fin, no pudimos evitar que se retirara...

Como ven, pues, ustedes, mis estimables hermanos que escuchen esta cinta, aquella dama no se hallaba en el Estado Interior apropiado. Es decir, no supo, realmente, apreciar aquel Evento maravilloso.

Si analizamos un poco más a fondo esta cuestión de los Estados Interiores, vemos que son básicos, indispensables, cuando uno no quiere ser víctima de las circunstancias. Pero las gentes son víctimas de las calamidades de las circunstancias. Nadie sabe originar circunstancias nuevas...

Pero si uno aprende a manejar sus Estados Interiores, no se convierte en víctima de las circunstancias. Si uno aprende a manejar sus Estados Interiores puede originar nuevas circunstancias. Veamos esto: Supongamos que un insultador X-X, nos hiere con la palabra; si nosotros reaccionamos violentamente, iremos a parar a la cárcel o al cementerio, o por lo menos a una clínica.

Cito ejemplos concretos para hacer más inteligible esta grabación... Hace unos 20 años, cierto vecino se propuso insultarme; todavía yo, jamás... ...pero afirmaba en forma enfática que... ...arrojaban piedras a su casa. Si eso es así, nada pude evidenciar jamás; si no es así, allá él con sus corajes.

El caso fue que aquel hombre tronaba y relampagueaba; me desafiaba a la pelea; y mientras él vociferaba en la puerta de mi casa, yo hacía resonar, en el interior de la misma, alguna música deliciosa, tal vez a Beethoven, tal vez a Mozart, pero, también alguna de esas músicas populares del mundo Arabe...

Cualquiera de ésos tantos días, en la calle hube de encontrarle, y se propuso agredirme, pero yo permanecí impasible y sereno, y continué mi camino. Después de todo, recibí ordenes superiores para salir de aquel lugar, y decidí establecerme en la ciudad capital de México...

Incuestionablemente, si hubiese procedido violentamente, si no hubiese tenido yo el Estado Interior de Conciencia apropiado, todo se habría solucionado violentamente, y el resultado habría sido claro: Un fracaso rotundo, no solamente para mí, sino para esta Gran Causa por la cual, todos estamos, luchando...

No fui, pues, víctima de las circunstancias. Hoy en día, el Movimiento Gnóstico Mexicano marcha hacia el triunfo que le aguarda. El Movimiento Internacional es poderoso, gracias a que yo no caí víctima de las circunstancias.

Muchas veces un Estado Interior inapropiado puede hacer de una pulga un caballo, y no hay duda que puede ir a para a la cárcel por la reacción violenta. Si alguien nos ofende, por ejemplo, y reaccionamos con fuerza, podemos matar e iremos como homicidas a la cárcel, y desgraciamos la totalidad de nuestra existencia.

Pero cuando uno ya no... ...cuando uno aprende a usar, dijéramos, el “boleto” apropiado para cada suceso, indubitablemente, no es víctima de las circunstancias. Aún más, quien aprende a manejar voluntariamente, sus Estados Interiores, puede modificar las circunstancias, hacer de circunstancias desastrosas algo muy bueno.

Debe uno aprender, o mejor dijéramos, a sacar el mejor partido de las adversidades. No debemos olvidar que “las peores adversidades nos ofrecen siempre las mejor oportunidades”. Es decir, necesita tener uno el Estado Interior apropiado, si es que se quiere realizar semejantes maravillas; eso es obvio...

Continuemos adelante, nosotros, con estas disquisiciones... Debemos darnos cuenta cabal de que hay dificultades en la vida que son desastrosas, pero que mediante un Estado Interior apropiado podemos modificarlas, completamente, a nuestro favor...

En cierta ocasión, alguien quería asesinar a una persona que había en la casa. Vino a buscarlo con el ánimo de darle de balazos. Yo sentí, interiormente, el peligro que tal persona corría, y cuando preguntara el posible asesino por esta persona, me límite a hacerle entrar y le ofrecí silla, y luego, ambos (el buscado y el buscador), generaron plática (obviamente yo fui el intermediario). Las palabras decentes... ...etc., fueron motivo más que suficiente, como para que aquél que venía con el ánimo de asesinar, no asesinará, sino que se convirtiera un gran amigo. He ahí, cómo se modifican circunstancias cuando uno aprende a usar el “boleto” apropiado.

Hemos visto fieras quedarse pasmadas, cuando uno tiene en uso el ESTADO INTERIOR APROPIADO. Uno puede mediante el Estado de Conciencia correcto, domar verdaderas fieras. El que es víctima de las circunstancias, incuestionablemente, no sabe manejar sus Estados Interiores, y eso es lamentable.

Así pues que conviene poner mucha atención a los Estado de Conciencia; eso es básico, es fundamental. Desgraciadamente, las gentes le dan más importancia al evento, que al Estado Interior. Y yo digo que la forma cómo reaccionemos ante el evento, es más importante que el evento mismo.

Cuando uno aprende a reaccionar sabiamente, ante tal o cual evento, se hace amo de las todas circunstancias. Y como dije: “No solamente puede modificar circunstancias, sino que a su vez, puede originar circunstancias nuevas”; y eso es muy importante. Desgraciadamente las gentes todas, son víctimas de las circunstancias, y esto, repito, se debe a que no saben manejar sus Estados Interiores; reaccionan ante cada evento con Estados Interiores impropios, inapropiados...

D. Maestro, ¿qué tiene que ver esto con la expresión “lo exterior es lo interior”?

M. Bueno, incuestionablemente, LO EXTERIOR ES UNA PROYECCIÓN DE LO INTERIOR. Cuando uno interiormente cambia, lo exterior cambia también. Lo importante está en que para no... ...es manejar los Estados Interiores, a fin de modificar los exteriores. Es interesante, pues, tener para cada Evento, dijéramos, el “boleto” específico, exacto... ...con seguridad al mundo.

D. ...De la humanidad, ¿por qué?

M. Es claro, que el MIEDO ES LA RAÍZ DE MUCHOS PROBLEMAS. Claramente, podemos decir lo siguiente: Las naciones, por miedo se arman y van a la guerra. Una nación teme que las otras naciones la invadan y se arma, y va a la guerra; Nos hacemos homicidas por miedo. El asesino teme que alguien le mate, y procura salir... ...primero, dándole de balazos... ...No hay duda de que aquéllos que no tienen temor, no necesitan de revólver, ni de cuchillo.

Por miedo... ...teme a la miseria, teme al hambre, a la desnudez, etc., etc. Por miedo la mujer se prostituye, tiene temor a la vida, temor a la miseria, etc., etc. Por miedo se miente; por miedo el codicioso, codicia; por miedo el avaro esconde su dinero, y así se convierte, de hecho, en un mendigo. Todo ser avaro, ¿no es, acaso, un mendigo? ¿Cuál sería el karma para los avaros? Nacer en la miseria en la nueva existencia, en su futura existencia...

Por miedo, los gobiernos han cometido las peores injusticias; por miedo, hay muchas gentes justas llevadas a la cárcel; por miedo, el hombre explota al hombre, teme a la miseria y se desea conseguir dinero a como de lugar; Si posee dinero...