NORMAS INTELECTUALES
En el terreno de la vida práctica cada persona tiene su criterio, su forma más o menos rancia de pensar, y nunca se abre a lo nuevo; esto es irrefutable, irrebatible, incontrovertible.
La mente del humanoide intelectual está degenerada, deteriorada, en franco estado de involución.
Realmente el entendimiento de la humanidad actual es similar a una vieja estructura mecánica inerte y absurda, incapaz por sí misma de cualquier fenómeno de elasticidad auténtica.
EL CUCHILLO DE LA CONCIENCIA
Algunos psicólogos simbolizan a la conciencia como un cuchillo muy capaz de separarnos de lo que está pegado a nosotros y nos extrae la fuerza.
Creen tales psicólogos que la única manera de escapar al poder de tal o cual YO es observarlo cada vez con más claridad con el propósito de comprenderlo para volvernos conscientes del mismo.
Piensan esas gentes que así uno se separa eventualmente de este o aquel Yo, aunque sea por el grosor del filo de un cuchillo.
EL PAÍS PSICOLÓGICO
Incuestionablemente, así como existe el País Exterior en el cual vivimos, así también en nuestra intimidad existe el país psicológico.
Las gentes no ignoran jamás la ciudad o la comarca donde viven, desafortunadamente sucede que desconocen en el lugar psicológico donde se hallan ubicadas.
En un instante dado, cualquiera sabe en qué barrio o colonia se encuentra, mas en el terreno psicológico no sucede lo mismo, normalmente las gentes ni remotamente sospechan en un momento dado el lugar de su país psicológico en donde se han metido.
LAS DROGAS
El desdoblamiento psicológico del hombre nos permite evidenciar el crudo realismo de un nivel superior en cada uno de nosotros.
Cuando uno ha podido verificar por sí mismo en forma directa el hecho concreto de dos hombres en uno mismo, el inferior en el nivel normal común y corriente, el superior en una octava más elevada, entonces todo cambia y procuramos en este caso actuar en la vida de acuerdo a los principios fundamentales que lleva en lo hondo de su SER.
INQUIETUDES
No hay duda que entre el pensar y el sentir existe una gran diferencia, esto es incontrovertible.
Existe una gran frialdad entre las gentes, es el frío de lo que no tiene importancia, de lo superficial.
Creen las multitudes que importante es lo que no es importante, suponen que la última moda, o el coche último modelo, o la cuestión esta del salario fundamental es lo único serio.
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