LA IGLESIA GNÓSTICA
La Iglesia Gnóstica es la auténtica iglesia de nuestro Señor el Cristo, es el templo de las iniciaciones y está situado en el plano Astral. En ese templo oficia nuestro Señor el Cristo y los Santos Maestros.
Todo el que lea nuestros libros y practique magia sexual, quedará conectado internamente con ese templo. El discípulo puede ir en carne y hueso cada vez que quiera, y bástale el procedimiento que enseño en el capítulo 5 (Hombres y tierras de Jinas).
Los días viernes y domingos puede el discípulo asistir al "Pretor" para recibir la Santa Unción de pan y vino, o para curarse de cualquier enfermedad. La iglesia tiene 11000 vestales. En la iglesia moran los 24 ancianos del Apocalipsis.
La Iglesia tiene siete salones de instrucción esotérica para los discípulos; allí los Maestros enseñan e instruyen.
El que quiera unirse con el ÍNTIMO, tiene que atravesar necesariamente las nueve Arcadas de las nueve iniciaciones de Misterios Menores. Los Aspirantes a cada Iniciación tienen sus salones de instrucción esotérica.
Cada iniciación tiene sus grados y cada grado sus pruebas. En la Alta Iniciación el hombre se une con su ÍNTIMO y se convierte en un Maestro de Misterios Mayores (Véase mi libro «Matrimonio Perfecto»).
Los Maestros de la Santa iglesia Gnóstica concurren al lecho de los enfermos para sanarlo. Hay una oración Gnóstica que todo enfermo debe pronunciar para pedir ayuda a los Maestros. Hela aquí:
ORACIÓN GNÓSTICA
"Tú, Logos Solar, emanación ígnea, Cristo en sustancia y en conciencia, vida potente por la que todo avanza, ven hacia mí y penétrame, báñame, traspásame y despierta en mi SER todas esas sustancias inefables que tanto son parte de ti como de mí mismo".
"Fuerza universal y cósmica, energía misteriosa, yo te conjuro, ven hacia mí, remedia mi aflicción, cúrame este mal y apártame este sufrimiento para que tenga armonía, paz y salud".
"Te lo pido en tu sagrado nombre, que los misterios y la Iglesia Gnóstica me han enseñado, para que hagas vibrar conmigo todos los misterios de este plano y planos superiores, y que esas fuerzas reunidas logren el milagro de mi curación. ASÍ SEA".
La Iglesia Gnóstica se preocupa especialmente por el sexo.
Se equivocan todos aquellos que piensan que para ser Gnóstico se necesita de las extravagantes prácticas de la Teosofía, de la Rosacruz o del espiritismo. Sepan todos, tirios y troyanos, que en nuestra Iglesia no existen anormales, y quien quiera ser Gnóstico tiene que vivir una vida sana y bien equilibrada.
Hay viejas decrépitas y viejos agotados sexualmente, que nos critican porque amamos el sexo.
Esos ancianos fornicarios y esas viejas beatas no pertenecen a la Iglesia Gnóstica, porque el movimiento Gnóstico estudia especialmente el amor y se fundamenta en la fuerza sexual que es la fuerza con que Dios hizo el Universo.
Existen por ahí sujetos anormales que se precian de tener facultades mediumnímicas, a través de los cuales se expresan ciertas larvas que pululan en el Astral. Dichos sujetos dicen recibir mensajes de nuestro Señor Jesucristo, y fundan Logias y Sociedades con viejos decrépitos y estultos. Es el colmo de la impostura y de la falta de respeto al ser más grande y sublime que vino al mundo.
Nosotros los gnósticos entramos a la Iglesia del Cristo que es la Santa Iglesia Gnóstica, pero cuán difícil es llegar a tener el privilegio de tocar siquiera la borla de las sandalias del Maestro. ¡Qué difícil y qué trabajoso es obtener la prerrogativa de besar los pies de la Divina Majestad de nuestro Señor el Cristo! Sin embargo, los mediumnímicos aquellos, engañados por larvas astrales, dicen tener comunicación con el Logos Solar, el Cristo. ¡Qué Sandios!.
Apartémonos de los espiritistas y avancemos sobre el tema. Lo importante es aprender a querer, amar a la mujer, gozar de la dicha del sexo sin derramar el semen. El hombre se hizo para la mujer y a la inversa, la mujer para el hombre, macho y hembra, sin confundirse con el bruto por la divina diferencia de no eyacular; de aprender a separarse a tiempo.
Así como hay canales para derramar el semen, así también existen en el organismo humano canales para transmutarlo, para subirlo a la cabeza. Hay que aprender a usar esos canales de ascenso, aprender a manejar la Culebra y aplastar la bestia pasional. Hay que aprender a reemplazar la pasión por la fuerza, por el poder.