LA PARTITURA DE PARSIFAL
Don Mario Roso de Luna el Gran Sabio Español escribe:
"La partitura del Parsifal -dice Rogelio Villar- asombra, en general, por la grandeza y majestad, y por la inspiración y belleza de su traza, por la pureza de sus líneas y por el colorido y matiz de su sabia y artística instrumentación dulce y suave, grandiosa y solemne. Marca el término de la evolución iniciada en TANNHAUSER y LOHENGRIN, en cuyas inspiradas obras se encuentran bosquejadas sus teorías sobre el drama lírico, llegando a sus últimos extremos en la bellísima partitura del Parsifal".
"Los trozos melódicos fragmentarios (leimotivs) que se oyeron en el transcurso del drama de Wagner, en las diferentes situaciones, son de gran potencia expresiva, y en relación con el carácter del poema, siempre subordinados al espíritu de la frase literaria".
"El preludio y la consagración del Santo Grial (Cena de los apóstoles), página magnífica y de intensa emoción en el primer acto; el preludio y el Jardín encantado de KLINGSOR (escena voluptuosa de las flores), y el dramático dúo de la seducción entre KUNDRY y PARSIFAL, en el segundo; el breve y melancólico preludio, la conmovedora escena del bautismo (uno de los momentos de más emoción del PARSIFAL) y los encantos del Viernes Santo, páginas de sublime belleza, en el tercero; el más apacible y poético por sus delicadezas y por su orquestación rica y exuberante, como todas las situaciones salientes de la ópera, henchidas de encantadora poesía y de exquisita ternura; delicadas o dulces, sombrías o tétricas, siempre en carácter con el poema".
"Otros fragmentos episódicos interesantes por la labor orquestal de carácter descriptivo son: la oración matinal de Gurnemanz; la salida de KUNDRY; el cortejo del Rey, de mucha visualidad, así como el parlamento de GURNEMANZ a la sombra de un árbol secular, en el que refiere a sus escuderos el origen de la orden del Grial, KUNDRY, los dolores de AMFORTAS, y el maleficio de KLINGSOR".
"Sobresale también en el segundo acto toda la siniestra escena del mago infernal, en la que se vale de sus astucias para que KUNDRY, la Eva de la mitología Hebraica, seduzca a PARSIFAL; y en el tercero, la desoladora escena de Amfortas, de honda emoción y la marcha fúnebre".
"Hay en la partitura del Parsifal fragmentos sinfónicos de una imponderable belleza, sonoridades deliciosas empastadas y fundidas con un arte tan nuevo, tan adecuado al medio en que se desarrolla la acción, al carácter del paisaje, imágenes poético-musicales tan expresivas, y verdaderos aciertos de interpretación de la leyenda del Santo Grial, que subyugan".
"Entremezclados con un arte sin precedentes, se oyen en la orquesta los temas de la Cena, Titurel (Orden del Grial), KUNDRY, AMFORTAS, PARSIFAL, que simbolizan la Fe, la Compasión, la humildad, la melancolía, el Amor, la resignación, el Cisne, la lanza y otros, cuya significación es preciso conocer para disfrutar por completo de la concepción Wagneriana en toda su magnitud y grandeza; Amfortas simboliza el remordimiento; Titurel, la voz del pasado; Klingsor, el pecado (el Yo). Parsifal, la redención; Gurnemanz (El Gurú), la tradición; KUNDRY, la seducción".
PAZ INVERENCIAL
SAMAEL AUN WEOR