LOS DOS TESTIGOS
Los dos testigos se enroscan en la espina dorsal formando el santo ocho. Los dos testigos enroscados en la espina dorsal forman el caduceo de Mercurio.
Los dos cordones simpáticos se hallan situados a los lados derecho e izquierdo de la espina dorsal. Los dos testigos ascienden alternativamente de izquierda a derecha hasta formar un nudo maravilloso en el espacio comprendido entre las dos cejas. Luego prosiguen por las fosas nasales.
El cordón simpático que procede del lado derecho sigue su curso por el izquierdo y viceversa.
El que procede del lado izquierdo resulta frío. El que procede del lado derecho es caliente.
El frío es Lunar. El caliente es Solar. Por este par de cordones simpáticos ascienden hasta el cerebro los átomos Solares y Lunares de nuestro sistema seminal. Cuando los átomos Solares y Lunares hacen contacto con el Coxis despierta el Kundalini inevitablemente.
El canal medular tiene un orificio inferior que normalmente se halla cerrado en personas comunes y corrientes. Los vapores seminales destapan ese orificio para que el Kundalini entre por allí. La yoga tiene un ejercicio especial para abrir ese orificio rápidamente. Ese ejercicio se llama Pranayama.
El Kundalini al ascender victorioso de Chacra en chacra desata los nudos e impedimentos que se oponen al ascenso del Kundalini.
Es necesario advertir a los hermanos Gnósticos que debemos aprender a polarizar el fuego sagrado del Kundalini. Algunos devotos comen carnes, beben alcohol, gozan diariamente de la pasión sexual aun cuando jamás derramen el semen. El resultado es que ellos polarizan el fuego en los chacras del bajo vientre, y pierden la felicidad de gozar del Loto de los mil pétalos (la Iglesia de Laodicea). Este chacra es el ojo de Diamante que nos confiere el Éxtasis perfecto, la dicha inefable de los hombres Dioses. El poder de salir conscientemente en espíritu y en verdad para viajar por las regiones del Nirvana.
Todos aquellos que hayan levantado la serpiente sobre la vara deben ser absolutamente castos en pensamiento, palabra y obra. Deben practicar diariamente la meditación interna, y no ser glotones, ni bebedores de licores, ni carnívoros. Siempre aseados, siempre ordenados, siempre puros. Así se polariza el fuego en la Iglesia de La odisea. Entonces gozamos del éxtasis.
Los dos testigos tienen el poder de despertar el Kundalini. "Estas son las dos olivas y los dos candeleros que están delante del Dios de la tierra".
"Y si alguno les quiere dañar sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos: Y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto". "Estos tienen potestad de cerrar el cielo, que no llueva en los días de su profecía, y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga cuantas veces quisieren" (Apocalipsis II. Vers. 3-4-5-6).
Aquellos que están trabajando con el Kundalini deben tener una fe inquebrantable en la Divina Madre. Ella es la que conduce de la mano a su devoto. Ella es la que conduce a su niño de chacra en chacra. Ella es la que asiste al estudiante Gnóstico, y lo enseña y corrobora y prepara para que se realice. Todo devoto debe rogarle a su Madre divina le conceda el fuego sagrado, y después del advenimiento del fuego, todo devoto debe meditar diariamente en la Divina Madre. Ella lo enseñará, ella le llevará de la mano, ella guiará sus pasos en la senda difícil del filo de la navaja. Esta senda está llena de peligros por dentro y por fuera.
El Swami Sivananda da una oración que sirve para meditar en la Divina Madre. Esa oración es la siguiente: "Madre Divina yo soy tuyo, tú eres mi único refugio y sostén. Protégeme, guíame, ten piedad de mí". Sabed hermanos que la Divina Madre siempre responde. Sin su gracia sería imposible llevar el Kundalini de chacra en chacra hasta la Iglesia de Laodicea.