EL BASTÓN DE LOS PATRIARCAS
Belcebú, ansioso cada vez más de sabiduría, cumplía fiel y sinceramente todas las órdenes que su siniestro instructor le daba. Conoció el curso de las corrientes seminales y despertó su Kundalini negativamente por los procedimientos de la fornicación y de la concentración, tal como lo enseña Omar Cherenzi Lind, en su libro titulado «el Kundalini o la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes».