EL ABUSO SEXUAL
Es urgente que esta Navidad 1965-1966 comprendamos en forma íntegra la necesidad de libertarnos de este mundo de 48 leyes en que vivimos, si es que no queremos degenerarnos para caer en el mundo horroroso de las 96 leyes.
El estudio de las 48 leyes en que vivimos realmente es un estudio muy profundo. Si queremos libertarnos de las 48 leyes debemos estudiar estas en nosotros mismos.
Al principio comprenderemos que estamos controlados por innumerables leyes creadas por nosotros mismos y por las gentes que nos rodean, después comprenderemos que estamos esclavizados por dichas leyes. Cuando comenzamos a libertarnos de todas esas leyes aburridoras creadas por la sociedad, es claro que nuestros semejantes se convierten en nuestros enemigos porque ya no coincidimos con ellos en la forma equivocada de pensar, sentir y actuar.
La Revolución de la Conciencia es terrible y nuestros semejantes la odian mortalmente en forma instintiva pues no la conocen. Hacer regresar la energía sexual hacia dentro y hacia arriba, disolver el Yo y dar la vida por los demás, es algo extraño y exótico para los cabritos y ellos son tan numerosos como las arenas del mar, y viven con nosotros. Para los abusadores del sexo la Revolución de la Conciencia es imposible y los hombres con piel de chivo no están dispuestos a dejar sus abusos sexuales.
La máquina humana tiene siete centros, cinco inferiores y dos superiores que las gentes ni siquiera sospechan. Vamos a estudiar los cinco centros inferiores: el primero es el Centro Intelectual, el segundo es el Emocional, el tercero es del Movimiento, el cuarto es el del Instinto y el quinto es el del Sexo.
No cabe duda alguna de que el sexo es el centro de gravedad de todas las actividades humanas. Las gentes van a la iglesia movidas por el sexo, se reúnen en el café movidas por el sexo, bailan movidas por el sexo. Cuando el hombre encuentra a su compañera y se unen sexualmente, la sociedad ha comenzado; la mecanicidad del sexo es espantosa y el animal intelectual no quiere comprender. Cuando nos hacemos conscientes del sexo y sus funciones, cuando trabajamos con el Maithuna (Magia Sexual), la mecanicidad desaparece y entramos por el camino de la regeneración sexual. El sexo tiene el mayor poder de esclavitud y el mayor poder de liberación total. El nuevo nacimiento del cual habló Jesús a Nicodemus, depende totalmente del sexo. El Ángel Interno debe nacer del sexo y sólo con el Maithuna podemos lograrlo, si queremos la Navidad Verdadera necesitamos que el Niño Dios de Belén nazca dentro de nosotros y eso sólo es posible con el Maithuna.
El maravilloso Hidrógeno Si-12 es la materia con la cual trabaja el sexo y que fabrica el sexo: es semilla, la semilla dentro de la cual se halla en estado latente el Ángel Interno. Ya explicamos que con la transmutación del Hidrógeno SI-12 podemos fabricar el verdadero Cuerpo Astral, el verdadero Cuerpo Mental y el legítimo Cuerpo Causal; en nuestros pasados mensajes hemos hablado muy claro sobre esto. Ningún abusador del sexo puede fabricar los Cuerpos Existenciales del Ser y por ello esos infelices continúan después de la muerte con los vehículos lunares. Solo fabricando los Cuerpos Solares, los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, podemos libertarnos de las 48 leyes.
Existe abuso sexual, la acción del sexo a través de los otros centros de la máquina humana o la acción de los otros centros a través del Centro Sexual. Cada centro de la máquina debe funcionar con su propia energía, pero desgraciadamente los otros centros de la máquina se roban la energía del sexo. Cuando los Centros Intelectual, Emocional, Movimiento, Instinto, se roban la energía sexual, existe entonces abuso sexual. Lo más grave de todo esto es que el Centro del Sexo, tiene a su vez que robarse la energía de los otros centros con el propósito de poder trabajar, todo esto es abuso sexual.
Cuando el sexo trabaja con su propio Hidrógeno SI-12 puede entonces transmutarse para fabricar los Cuerpos Existenciales del Ser. Desgraciadamente la gente abusa de la energía sexual, a la gente le encanta el desorden y malgastar el Hidrógeno SI-12.
Es fácil descubrir el abuso sexual de las gentes, cuando hay abuso sexual, el intelecto, emoción, movimiento, instinto; tienen un cierto "sabor" especial, cierto matiz inconfundible, cierto apasionamiento, cierta vehemencia que no deja lugar a ninguna duda. Puede verse todo esto en los planes mentales de los señores de la guerra; en las corridas de toros; en apasionantes esfuerzos de los futbolistas durante una olimpiada; en los violentos instintos pasionales de las gentes. En donde quiera hay derroche de intelecto diabólico, emociones violentas, movimientos pasionales, carreras pasionales de automóviles, caballos, bicicletas, juegos olímpicos, etc., etc., o también instintos bestiales en acción, es claro que existe entonces abuso sexual. Lo más grave de todo este abuso, es que el Centro del Sexo se ve entonces obligado a trabajar con hidrógenos más pesados que corresponden a los otros centros
Cuando el sexo se ve obligado a trabajar con Hidrógeno como el 48, el 24, etc., es imposible entonces fabricar los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
Aquellos que gozan con las películas, novelas y pinturas pornográficas, utilizan la energía sexual en el centro pensante y es claro que quedan con la tendencia a satisfacerse únicamente con la fantasía sexual y tarde o temprano adquieren la impotencia de tipo psicosexual, la de aquel que cuando de verdad va a efectuar el acto sexual, fracasa lamentablemente. Cuando el Centro Emocional se roba la energía sexual, vienen los sentimentalismos estúpidos, los celos, la crueldad, etc., etc., Cuando el Centro del Movimiento trabaja con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo, aparecen entonces los abusadores del Centro del Movimiento, los jugadores de fútbol, los maromeros de circo, los ciclistas de las grandes carreras, etc. Cuando el Centro del Instinto se roba la energía sexual, hay entonces derroche de actos instintivos, pasionales, violentos. El abuso sexual termina de verdad cuando establecemos dentro de nosotros mismos un "centro de gravedad permanente".
Ya lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, que el Yo es legión de diablos; el Yo existe en forma pluralizada, los cinco cilindros de la máquina humana dan origen y fuerza a las legiones de pequeños Yoes que en su conjunto constituyen eso que se llama el Ego, el Yo, el Mí mismo. El Yo Pluralizado gasta torpemente la Esencia que dentro de nosotros tenemos para fabricar Alma. Cuando disolvemos el Yo Pluralizado termina el gastador y entonces la Esencia se acumula dentro de nosotros mismos convirtiéndose en un centro de gravedad permanente. Cuando establecemos dentro de nosotros mismos un centro de gravedad permanente el sexo viene a trabajar entonces con su propia energía, con su propio Hidrógeno el Hidrógeno SI-12. El esoterismo gnóstico enseña que cuando el sexo trabaja con su propia energía, con su propio Hidrógeno, termina el abuso sexual por que cada centro viene entonces a trabajar con la energía que le corresponde, con el Hidrógeno que le corresponde y no con el Hidrógeno SI-12 robado al sexo.
Es necesario disolver el Yo si queremos que termine el abuso sexual, muchos iniciados en el pasado disolvieron el Yo en parte y gracias a esto fabricaron los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, desgraciadamente muy pronto olvidaron la necesidad de desintegrar el Yo totalmente, en forma radical. El resultado de semejante olvido fue el nuevo robustecimiento del Yo pluralizado. Semejante clase de iniciados se convirtieron en Hanasmussianos con "doble centro de gravedad". Dicha clase de sujetos tienen en los mundos internos doble personalidad, una blanca, la otra negra; ejemplo Andrameleck, cuando invocamos a este mago en el Mundo Molecular, puede venir a nosotros un Gran Adepto de la Logia Blanca o también un Gran Adepto de la Logia Negra; son dos adeptos y sin embargo un mismo individuo. Andrameleck es un HANASMUSSIANO con doble centro de gravedad, es mago blanco y negro a la vez.
Quien quiera de verdad no correr la horrible suerte de Andrameleck tiene que trabajar intensivamente con los Tres Factores básicos de la Revolución de la Conciencia. Quien quiera libertarse de las 48 leyes debe acabar con el abuso sexual. Quien quiera acabar con el abuso sexual debe aniquilar el Yo, reducirlo a polvo. Es urgente establecer un completo equilibrio de los cinco centros de la máquina y esto solo es posible disolviendo el Yo.