LA MATERIALIDAD CÓSMICA
La ciencia de la música con la debida combinación científica y matemática de las vibraciones, actuando sobre la materia prima de la Gran Obra, sobre el Ens-Seminis caótico y pre-cósmico, origina siete órdenes de mundos con siete estados de materialidad. Las escuelas esotéricas enseñan que en el mundo hay siete planos de Conciencia Cósmica.
No podemos olvidar también que dentro de nuestro mundo, bajo la superficie de la tierra, existen siete regiones atómicas sumergidas, esos son los Infiernos Atómicos de la Naturaleza.
La Santa Heptaparaparshinokh (La Ley del siete), es fundamental en todo lo creado.
Las vibraciones sonoras de siete centros de gravedad originaron todos los procesos TROGOAUTOEGOCRÁTICOS (alimentación recíproca de todo lo existente). Dichos procesos vienen por último a dar cristalización a todas las concentraciones de mundos.
La música, el verbo, origina las llamadas sucesiones de los procesos de la fusión mutua de las vibraciones. Gracias a esa ley de la mutua alimentación de todo lo existente bajo el impulso científico de las vibraciones sonoras, unas vibraciones fluyen de otras y las substancias cósmicas de diferente densidad y vivificación se unen y desunen entre ellas formando concentraciones grandes y pequeñas relativamente independientes, resultando de todo esto el Universo.
El primer orden de mundos es muy espiritual y está en el seno de Aquello que no tiene nombre. El segundo orden de mundos tiene un tipo de mayor materialidad. En el tercer orden de mundos la materialidad aumenta y así sucesivamente; en cada uno de los siete órdenes hay un escalonamiento septenario de la materialidad.
El mundo, el universo en general, consiste en vibraciones y materias. "Energía es igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado". "La masa se transforma en energía, la energía se transforma en masa".
La materia se halla en estado vibrante, la velocidad de la vibración está en proporción inversa a la densidad de la materia.
Cada átomo del primer orden de mundos solo contiene dentro de sí mismo un átomo del Absoluto y por ello el primer orden de mundos es espiritual ciento por ciento. Cada átomo de segundo orden de mundos contiene tres átomos del Absoluto y por ello tiene algo más de materialidad aun cuando todavía es muy espiritual. Cada átomo del tercer orden de mundos contiene dentro de sí mismo seis átomos del Absoluto y es claro que la materialidad es aun mayor. Cada átomo del cuarto orden de mundos contiene dentro de sí mismo doce partículas primordiales, es decir, doce átomos del Absoluto y por ello es lógico decir que el cuarto orden de mundos tiene mayor materialidad que los tres órdenes precedentes. Cada átomo del quinto orden de mundos tiene dentro de sí mismo veinticuatro átomos del Absoluto y por ello es claro que la materialidad es mucho mayor.
Nosotros, pobres animales intelectuales condenados por desgracia a la pena de vivir, tenemos realmente la mala suerte de existir en este apartado y oscuro rincón del Universo que pertenece a un sexto orden de mundos. Cada átomo de nuestro mundo de 48 leyes, contiene dentro de sí mismo 48 átomos del Absoluto. La materialidad de nuestro mundo es horrible y todo lo que por sí mismo se logra con suprema facilidad en los mundos 6, 12 ó 3; aquí solo se consigue sangrando y con sufrimientos indecibles.
Por debajo de nosotros está el Submundo donde la materialidad es espantosamente horrible. La primera región del Abismo tiene átomos que contienen cada uno dentro de sí mismo nada menos que 96 leyes, noventa y seis partículas primarias, noventa y seis átomos del Absoluto. En la segunda región del reino mineral, cada átomo tiene ciento noventa y dos átomos del Absoluto y así sucesivamente.
El reino mineral, es pues, espantosamente materialista y por ello la vida bajo la tierra es realmente un infierno. Empero es bueno aclarar que el Infierno tiene su misión, es el crematorio cósmico y por ello se hace necesario. Alguien dijo: "Infierno viene de la palabra latina "Infernus", región inferior, y por ello el Infierno es este mundo en que vivimos". Ese alguien, se equivocó porque esta región celular en que vivimos, no es la región inferior
Vivimos en el sexto orden de mundos gobernados por 48 leyes y el inferior es el séptimo de acuerdo con la Ley del Siete. Ya sabemos que el séptimo mundo es el Submundo cuya primera región está gobernada por 96 leyes.
El Infierno no es un lugar con llamas, el Infierno es el Submundo, empero es lógico decir que en el Submundo arden las llamas de las pasiones. Todos los infiernos religiosos son únicamente símbolo del Submundo. El tiempo en el reino mineral es tiempo de rocas, tiempo espantosamente lento y terriblemente aburridor. Cada pequeño acontecimiento en el Submundo equivale a 80 años, 800 años, 8.000 y 80.000 años.
Los perdidos de la antigua Tierra-Luna, llamados Luciferes, Ahrimanes y Anagarikas de turbantes rojos, viven todavía en ese reino mineral sumergido y creen que van muy bien, que están progresando. Los perdidos siempre creen que van muy bien y están llenos de muy buenas intenciones.