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Los Misterios Mayas: Capítulo 39.- Descripción de los Vasos

DESCRIPCIÓN DE LOS VASOS

El vaso tiene una significación profunda, indica o representa al Yoni femenino.

Obviamente, los misterios del Lingam-Yoni fueron muy sagrados en Grecia, Egipto, India, Persia, etc., etc. Es muy interesante que en vasos de alabastro depositaran las vísceras de los difuntos que momificaban, como diciendo: Mediante el vaso hermético aguardamos que retornes, que regreses, que reencarnes más tarde. Te esperamos.

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Por esa razón vemos vasos entre los mayas. Cualquier forma de vaso no tiene otra significación que la copa de Salomón, el vaso de Hermes, el Santo Grial, la copa o Gomor del Arca de la Alianza, etc., etc. Eso es obvio.

En Egipto hay muchos vasos de alabastro, donde se colocaban las vísceras de los difuntos que eran momificados. Hay dos clases de momias, las momias vivas y las momias muertas.

Las momias muertas se conocen porque las vísceras han sido colocadas en vasos de alabastro.

Las momias vivas, aún ahora, en pleno siglo XX, siguen vivas. No está de más decirles que yo mismo, cuando viví en Egipto en una época pasada, durante la dinastía de Kefren, pasé por esos procesos.

Mi cuerpo físico fue dejado a voluntad en estado de catalepsia, ese cuerpo pasó a un sarcófago y fije colocado dentro de una cripta, pero vivo, y todavía conservo ese cuerpo egipcio vivo. Con ese cuerpo egipcio seguiré cumpliendo la misión que se me ha confiado. De lo contrario, ¿cómo?

Actualmente soy un hombre como de sesenta años Para poder hacer la labor en toda Europa, en toda el Asia, ¿cómo la haría? Suponiendo diez años en Europa y veinte en Asia, llegaría como un viejecito de noventa años para hacer una revolución espiritual. ¿Con qué tiempo? Ya no habría tiempo. La única forma es tomar ese vehículo físico momificado para continuar trabajando en la Gran Obra.

Pregunta: - Maestro, ¿usted tiene que perder ese cuerpo físico actual?

Respuesta: -Ya parte está perdido. Claro está que existe un tipo de reencarnación que es desconocida para muchos seudo-esotéristas y seudo-ocultistas, en esoterismo se llama reencarnación YAO, es decir, en vida.

El intercambio atómico permite la reencarnación de un iniciado egipcio en una momia que haya tenido, esto es desconocido para los sabios de esta época. Es claro que el intercambio atómico con una momia da por resultado que viene uno a quedar con su vehículo vivificado, máxime si la momia está viva.

Si yo cambio mis átomos actuales con los átomos de ese cuerpo momificado, quedo con ese cuerpo momificado en vivo y en pleno siglo XX. Claro que hablamos de la reencarnación en YAO, así se llama en ciencia sagrada.

Con este intercambio atómico no hay necesidad de pasar por esos estados en que se tiene que dejar el cuerpo físico y esperar varios años para volver a reencarnificar, eso es un trabajo dificilísimo. La reencarnación en YAO es altamente científica y pertenece a la parte más elevada de la física atómica.

Tal reencarnación en YAO no sería posible si no se conocieran los HACHIN. Y ¿qué son los HACHIN?

Pues son las almas ígneas o partículas ígneas que existen en cada átomo. Esas almas ígneas o conciencias atómicas son obedientes.

Es la cuarta vertical la que sirve para que los principios ígneos o HACHIN puedan transportar instantáneamente a los átomos de un lugar a otro, por remoto que sea. La alta física nuclear es desconocida para los sabios actuales.

Cuando los antiguos sabios de Egipto momificaban sus cuerpos, con el objeto de alcanzar la inmortalidad más tarde, hacían alusión a esto que hoy aclaro.

Muchas gentes de estos tiempos, que ahora andan por aquí, por allá y acullá; tuvieron vehículos físicos en la antigua tierra de los faraones, y si ellos marcharan por el camino de las santas revalorizaciones del Ser, podrían llegar a adquirir la inmortalidad aquí y ahora mismo; mediante el intercambio atómico del alta física nuclear, desconocida para los sabios y físicos atómicos de este siglo XX.

He citado esto con relación a los vasos de alabastro que usaban en el antiguo Egipto y donde se metían las vísceras de los difuntos que se momificaban.