LA BELLA HELENA
El ascenso sublime y maravilloso de la Sexta Serpiente radiante, hacia adentro y hacia arriba, a lo largo del Canal Medular Espinal del Cuerpo BÚDHICO, me dio, de hecho y por derecho propio, paso franco a la Sexta Iniciación Venusta...
En el Mundo BÚDHICO o INTUICIONAL UNIVERSAL, hube de vivenciar por aquella época, algunos capítulos trascendentales del Evangelio Crístico...
EL ACONTECIMIENTO DEL GÓLGOTA
El radiante ascenso de la Séptima Serpiente Venusta, hacia adentro y hacia arriba por el Canal Espiritual, Medular, Espinal, del vehículo Divinal (ATMAN), me permitió vivenciar el acontecimiento del Gólgota.
Incuestionablemente necesito confesar francamente y sin ambages, el hecho concreto, claro y definitivo, de que me vi convertido en el personaje central del "Drama Cósmico".
EL SANTO SEPULCRO
Escrito está con caracteres de fuego en el libro de los esplendores, que cuando Jesús ‑el Gran Sacerdote Gnóstico ‑ exhaló su postrer aliento, la tierra filosófica, su muy humana persona, tembló al comprender la difícil tarea que el destino le tenía reservada; y las piedras de "la Senda del Filo de la Navaja" se hendieron tornándose el camino todavía más difícil. (Esto sólo comprenden íntegramente aquellos Maestros que, después de haber muerto en sí mismos, se preparan para la resurrección).
SEGUNDA MONTAÑA
SERENIDAD Y PACIENCIA
Es ostensible que nosotros los hermanos del Templo de "los dos veces nacidos", habíamos eliminado, de nuestra psiquis, variados elementos subjetivos, infrahumanos; empero, después de haber pasado por las Ocho Iniciaciones, anhelábamos, con todas las fuerzas del Alma, ingresar a los esotéricos trabajos Mágicos de la "Montaña de la Resurrección".
LOS NUEVE GRADOS DE LA MAESTRÍA
Capturar, aprehender, captar en forma íntegra, unitotal, la honda significación de los nueve Maestros que se fueron en busca de HIRAM y de sus asesinos, es urgente, inaplazable.
Incuestionablemente ninguno de los nueve Maestros se fue por las regiones del Norte, sino que inteligentemente ordenados en tres grupos de a tres, se repartieron respectivamente al Oriente, al Mediodía y al Occidente. Ostensiblemente fueron estos últimos los que lograron descubrir la tumba y los asesinos.
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