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El Cristo Social: Capitulo 57.- El Problema de la Educación Publica

EL PROBLEMA DE LA EDUCACIÓN PUBLICA

La evolución humana quedó estancada y después entró en el camino descendente de la Involución y degeneración.

La mente humana ya no tiene la bella espontaneidad natural de otros tiempos.

La mente de esta perversa generación de víboras se ha vuelto espontáneamente torpe y no conserva nada de su antigua prontitud y elasticidad.

Los padres de familia y los maestros de escuela están enfermos, ¡terriblemente enfermos! de materialismo y estupidez y con sus teorías y opiniones infectan horriblemente la mente de los niños.

En las Filipinas existe una enfermedad llamada «Malí Malí», es un tipo de psicosis muy curiosa. Los pacientes de «Malí Malí» son imitadores cien por cien.

Si una persona va por la calle los enfermos de «Malí Malí» le siguen, y se sientan cuando la persona se sienta, y se paran cuando la persona se para, y toman lo que la persona toma y repiten como papagayos todo lo que la persona dice, etc., etc.

El «Malí Malí» en Europa y América se llama moda, si una mujer famosa aparece en público usando minifalda todas la usan, y si aparece semidesnuda, todas la imitan, así es la moda.

Un día cualquiera el príncipe de Gales resolvió dejar el sombrero en su residencia con el propósito de burlar a sus aduladores de espinazo de goma y darse el lujo de andar por las calles libremente como cualquier ciudadano, aun cuando fuera sin sombrero.

Al día siguiente nació la moda del sin sombrerismo; ahora pocos usan sombrero ese es Malí Malí.

En tiempos de Nazismo todos quieren ser Nazis y en tiempos de comunismo todos quieren ser comunistas, ese es el Malí Malí.

Marx le quitó a esta infeliz humanidad sus valores espirituales; ahora todos quieren ser marxistas, ese es el Malí Malí.

El «Malí Malí» materialista ha contagiado la mente de las nuevas generaciones. Las ideas materialistas infectan las mentes de los niños y jóvenes, con el visto bueno de las autoridades oficiales.

Los ignorantes ilustrados del materialismo dialéctico han sentado el dogma de que no se debe aceptar nada que no esté demostrado por la evidencia de los sentidos y el razonamiento.

Esta es una frase de relumbrón con la cual muchos necios presumen de inteligentes.

Nosotros sólo podemos aceptar la infalibilidad de la razón y la evidencia de los sentidos, cuando existe exclusión de los elementos subjetivos.

Sólo el razonamiento objetivo y la receptibilidad objetiva resultan exactos, empero la dialéctica materialista siendo subjetiva nada sabe de objetividad.

Los educadores modernos con su «Malí Malí» materialista están destruyendo la mente humana para ponerla a la moda.

Ya los niños no aceptan lo que salga del «Malí Malí», están enfermos de psicosis materialista.

Por estos tiempos las frases «Malí Malí» son muy populares, para todo lo que se salga de la moda hay frases como ésta «Eso no está demostrado», «Eso no existe», “Esa es una alucinación”, etc., etc., etc.

Se acabaron los cuentecitos de hadas y sirenas y palacios encantados, ya a nadie le interesan las Mil y una Noches.

Ahora niños y jóvenes de ambos sexos nutren sus mentes con teorías materialistas y películas de asesinos, prostitutas y ladrones.

El resultado de semejante alimentación intelectual lo tenemos a la vista: «rebeldes sin causa». Asesinos prematuros, ladrones recién salidos del cascarón, colegialas embarazadas que abortan en secreto, asaltantes consentidos entre los llamados «niños bien», etc., etc., etc.

Si alguien tiene una extra-percepción sensorial, si logra tener la dicha de ver alguna criatura de las dimensiones superiores del espacio, todos dicen, esa fue una alucinación y bien pronto lo llevan al psiquiatra.

En semejantes condiciones, la mente humana se ha vuelto espantosamente mecánica.

El «Malí Malí» materialista ha atrapado la mente humana y ya nadie acepta algo que no sea al “Dios Materia”.

La gente ya sólo piensa en función de los principios abominables del materialismo.

La humanidad es un órgano de la naturaleza, el ser humano es una “Interfase”.

Cada ser humano atrae las energías del cosmos, cierto tipo muy especial de energías cósmicas.

Cada maquinita humana transforma las energías cósmicas que vienen del espacio interplanetario y las adapta a las necesidades de las capas anteriores de la tierra.

La naturaleza se ha vuelto muy exigente porque ha evolucionado.

La naturaleza exige ahora un nuevo tipo de vibraciones humanas más finas, más sutiles más espirituales.

La naturaleza está exigiendo ahora lo que el hombre degenerado no le puede dar.

Existe conflicto entre el hombre moderno y la naturaleza, no está la raza humana actual a la altura de las circunstancias y la naturaleza exige el nuevo tipo de las vibraciones más espirituales.

El resultado de semejante conflicto será la destrucción de lo que no sirve, la naturaleza siempre destruye lo que no sirve.

Podemos estar seguros de que habrán pavorosos cataclismos y grandes acontecimientos que acabarán con nuestra raza degenerada. Los tiempos del fin han llegado.