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El Cristo Social: Capitulo 40.- El Seguro de Vida

EL SEGURO DE VIDA

Cualquier análisis de fondo sobre la vida y la muerte del hombre, nos lleva a la conclusión lógica de que el seguro social es una necesidad vital.

Todo hombre y toda mujer están expuestos siempre a la enfermedad y a la muerte.

En el mundo existen tres tipos de actos: 1º Actos nacidos del destino. 2º Actos nacidos de la voluntad consciente. 3º Actos relacionados con la ley de los accidentes.

En el estado relativo de comprensión en que vive el ser humano actualmente, el seguro social es una necesidad porque muy pocos son aquellos que pueden determinar circunstancias nacidas de la voluntad consciente.

El Animal Intelectual conocido como bípedo tricerebrado, es realmente llamado falsamente hombre. El bípedo tricentrado realmente no es capaz de hacer nada; sólo es víctima de las circunstancias, está sometido a dos leyes: 1º Ley del destino. 2º Ley de los accidentes.

La gente le echa la culpa de todo a la ley del destino cuando en realidad las inconscientes máquinas locas tricerebradas están muy especialmente sometidas a la ley de los accidentes.

La humanidad en su conjunto es un órgano de la naturaleza, este órgano recoge cierto tipo de ondas cósmicas, que luego inconscientemente transforma y adapta a las necesidades vitales del organismo planetario.

Cada bípedo humano es una célula orgánica del órgano transformador de ondas cósmicas.

La suerte que correría el planeta tierra si la humanidad dejara de existir sería la misma de un hombre al que se le extrajera el hígado el corazón.

Cualquier catástrofe cósmica, cualquier acontecimiento planetario repercute sobre las máquinas bípedas arrojándolas a la guerra. Lo más grave es que los bípedos humanos creen que hacen cuando en realidad no son capaces de hacer nada; todo les sucede.

Es imposible predecir el futuro de una máquina loca sometida a la ley de los accidentes y por ello consideramos que el seguro social es indispensable.

Todo trabajador necesita el seguro social, realmente el seguro social no debe ser privilegio de unos pocos afortunados. El seguro de vida lo necesita el hombre del arado y el burócrata, el voceador de periódicos y la humilde empleada de mostrador, el soldado y el mesero, el mendigo y el presidente de la República, todos necesitamos el seguro de vida.

El bípedo tricentrado es un ser demasiado débil aun cuando se crea a sí mismo muy fuerte y como quiera que es una víctima de fuerzas que no conoce, conviene que tenga el seguro de vida.

Todo trabajador puede perder un brazo, un pie, etc., durante el trabajo. Todo ser humano está sometido a las enfermedades y a la muerte.

Es justo que la viuda de un trabajador tenga dinero para sostenerse y alimentar y educar a sus hijos, es justo que todo anciano goce del seguro en la edad en que ya no pueden trabajar, es justo que todo accidente de trabajo sea pagado por el seguro.

Actualmente ya las compañías de seguros sociales saben cuanto vale una pierna, un brazo, un dedo, etc., en toda clase de accidentes de trabajo.

Desgraciadamente muchas veces las leyes se quedan escritas y no se cumplen.

No podemos negar que la doctrina del seguro es muy noble, pero el yo humano sabotea constantemente las más bellas intenciones.

Son muchas las personas que han sido burladas por el seguro.

Es necesario que el seguro sea verdaderamente seguro y que no falle.

Consideramos que es necesario perfeccionar el sistema del seguro a fin de que no falle y sirva a las necesidades de todos los seres humanos sin distinción de raza, sexo, casta, nacionalidad o color.

Necesitamos disolver el yo, el mi mismo para llegar a Ser. Sólo el Ser no necesita del seguro porque no es víctima de las circunstancias.

Solo el Ser puede hacer. Sólo el Ser ha pasado más allá de la ley de los accidentes.

Cuando el hombre posee voluntad consciente puede realmente determinar las circunstancias.

El estado en que nos hallamos actualmente los bípedos humanos es doloroso.

El Animal Intelectual falsamente llamado hombre está sometido a la ley de los accidentes, y por ello necesita el seguro de vida.