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La Revolución de la Dialectica: Capítulo 64.- Inspiración

INSPIRACIÓN

Al llegar al Conocimiento Imaginativo, el gnóstico ve los símbolos, pero no los entiende..., comprende que toda la naturaleza y el ego son una escritura viviente que él no conoce. Necesita entonces, elevarse al Conocimiento Inspirado para interpretar los símbolos sagrados de la naturaleza y el lenguaje abstracto del ego.

El Conocimiento Inspirado nos confiere el poder de interpretar los símbolos de la naturaleza y el lenguaje confuso del ego.

La interpretación de símbolos es muy delicada. Los símbolos deben ser analizados fríamente, sin superstición, malicia, desconfianza, pero orgullo, vanidad, fanatismo, prejuicios, preconceptos, odio, envidia, codicia, celos, etc., ya que todos esos factores son del yo.

Cuando el yo interviene traduciendo a interpretando símbolos, entonces altera el significado de la escritura secreta y el de la orientación que nos quiere dar simbólicamente el Ser sobre nuestro estado psicológico interior.

La interpretación debe ser tremendamente analítica, altamente científica y esencialmente mística. Hay que aprender a ver y a interpretar en ausencia de la catexis suelta -el ego, el mí mismo-.

Hay que saber interpretar los símbolos de la naturaleza y los de la catexis ligada, el Ser, en ausencia absoluta del yo. Empero, se debe multiplicar la auto‑crítica, porque cuando el yo del gnóstico cree que sabe mucho, entonces se siente a sí mismo infalible y sabio, y hasta supone que ve e interpreta en ausencia del yo.

Hay que saber interpretar basándonos en la Ley de las Analogías Filosóficas, en la Ley de las Correspondencias y en la Kábala Numérica. Nosotros recomendamos «La Cábala Mística» de Dion Fortune y mi libro titulado «Tarot y Kábala», estudiadlos.

Aquél que tiene odios, resentimientos, celos, envidias, orgullo, etc., no logrará elevarse hasta el Conocimiento Inspirado.

Cuando nos elevamos al Conocimiento Inspirado, entendemos y comprendemos que la acumulación accidental de objetos no existe. Realmente, todos los fenómenos psicológicos de la naturaleza y de todos los objetos, se hallan íntimamente ligados orgánicamente entre sí, dependiendo internamente unos de otros y condicionándose entre sí mutuamente. Realmente, ningún fenómeno psicológico y de la naturaleza, puede ser comprendido integralmente si lo consideramos aisladamente.

Todo está en incesante movimiento, todo cambia, nada está quieto. En todo objeto existe la lucha interna. El objeto es positivo y negativo a la vez. Lo cuantitativo se transforma en cualitativo.

El Conocimiento Inspirado nos permite conocer la interrelación entre lo que ha sido, lo que es y lo que será.

La materia no es sino energía condensada. Las infinitas modificaciones de la energía son absolutamente desconocidas, tanto para el Materialismo histórico como para el Materialismo dialéctico.

Energía es igual a masa por la velocidad de la luz al cuadrado. Nosotros, los gnósticos, nos apartamos de la lucha antitética que existe entre la Metafísica y el Materialismo dialéctico. Esos son los dos polos de la ignorancia, las dos antítesis del error.

Nosotros vamos por otro camino, somos gnósticos, consideramos la vida como un todo. El objeto es un punto en el espacio que sirve de vehículo a determinadas sumas de valores.

El Conocimiento Inspirado nos permite estudiar la íntima relación existente entre todas las formas, los valores psicológicos y la naturaleza.

El Materialismo dialéctico no conoce los valores, sólo estudia el objeto. La Metafísica no conoce los valores, ni tampoco conoce el objeto.

Nosotros, los gnósticos, nos apartamos de las dos antítesis de la ignorancia y estudiamos al hombre y a la naturaleza integralmente, buscando la Revolución integral.

El gnóstico que quiere llegar al Conocimiento Inspirado, debe concentrarse profundamente en la música. La Flauta Mágica, de Mozart, que nos recuerda una iniciación egipcia; las Nueve Sinfonías de Beethoven y muchas otras grandes composiciones clásicas, entre ellas, el Parsifal de Wagner, nos elevarán al Conocimiento Inspirado.

El gnóstico, concentrado profundamente en la música, deberá absorberse en ella como la abeja en la miel, producto de todo su trabajo.

Cuando ya el gnóstico ha llegado al Conocimiento Inspirado, debe entonces prepararse para el Conocimiento Intuitivo.