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La Revolución de la Dialectica: Capítulo 25.- La Personalidad

LA PERSONALIDAD

La personalidad es múltiple y tiene muchos trasfondos. En ella queda depositado el karma de las existencias anteriores, karma en vías de cumplimiento o cristalización del mismo.

Las impresiones no digeridas se convierten en nuevos agregados psíquicos, y lo que es más grave, en varias personalidades. La personalidad no es homogénea, sino heterogénea y plural.

Uno debe seleccionar las impresiones de la misma forma en que uno escoge las cosas de la vida.

Si uno se olvida de sí mismo en un instante dado, ante un nuevo acontecer, se forman nuevos yoes, y si son muy fuertes, en nuevas personalidades dentro de la personalidad. Ahí está la causa de muchos traumas, complejos y conflictos psicológicos.

Una impresión no digerida que llegue a formar una personalidad dentro de la personalidad, y que no sea aceptada, se convierte en una fuente de conflictos espantosos.

No todas las personalidades que uno carga en la personalidad son aceptadas, dando esto origen a muchos traumas, complejos, fobias, etc.

Ante todo, es necesario comprender la multiplicidad de la personalidad, que es múltiple en sí misma.

De manera que puede haber alguien que haya desintegrado los agregados psíquicos, pero si no desintegra la personalidad, no podrá lograr la iluminación auténtica y la dicha de vivir.

Cuando uno se conoce más y más a sí mismo, conoce cada vez más a los demás. El individuo con ego no ve las cosas claramente y se equivoca. Los que tienen ego fallan porque les falta juicio, aún cuando haya una tremenda lógica en sus análisis.

Si no se digieren las impresiones se crean nuevos yoes. Hay que aprender a seleccionar las impresiones.

No se trata de ser mejor, lo que interesa es cambiar. El Ser surge cuando uno ha cambiado y ha dejado de existir.

Los elementos indeseables que en nuestro interior cargamos son los que controlan nuestras percepciones, impidiéndonos tener una percepción integral que nos traiga dicha y felicidad.