SAMAEL NO BUSCA DINERO NI GLORIA
RENUNCIA A LOS DERECHOS DE AUTOR
...Agradezco al Dr. J. V. M. sus nobles propósitos en relación con la cuestión editorial: Que se me paguen los derechos de autor. Esto me parece grandioso Mas en nombre de la verdad he dicho una cosa: Nunca he exigido tales derechos. He escrito más de 70 obras [aplausos]; los dedos de mis manos, como ustedes ven, están totalmente, casi destruidos; y seguiré escribiendo libros y el día que estos dedos de mis manos ya no sirvan de tanto darle al teclado, a la máquina de escribir, ensayaré con los dedos de los pies [aplausos].
Hoy por hoy, mis queridos hermanos, y por siempre, renuncio y he renunciado, y seguiré renunciando a los derechos de autor. Lo único que deseo es que estos libros se vendan en forma barata, al alcance de los pobres, al alcance de todos los que sufren y lloran [aplausos]. Que el más infeliz ciudadano pueda conseguir ese libro con los pocos pesos que lleve entre su bolsa; eso es todo [aplausos].
En realidad de verdad yo no tengo ninguna renta; no exijo nada por mis obras, quien quiere editarlas que las edite para bien de toda la humanidad doliente [aplausos].
Hermanos: Tampoco he exigido ni pienso exigir jamás sueldo alguno. En la República del Salvador nos asignaron al Maestro G. K. y a mi insignificante persona que nada vale (pues yo no doy ni siquiera un peso por mi persona), un sueldo, pero en realidad de verdad no quiero tal sueldo. ¡Soy un limosnero con smoking, y vivo de la limosna pública! [Aplausos].
Lo único que sí me interesa es llevar la Enseñanza a todos los rincones del mundo sin distinciones de raza, sexo, credo, casta o color, que toda la humanidad reciba la Doctrina; eso es todo [aplausos]. ¡Paz Inverencial!
UN TESTIMONIO DE HUMILDAD
...Maestro. Bueno, agradezco pues, el cuadro éste que maravillosamente ha pintado aquí, ¿Quién?
Discípulo.
M. Bueno, alguien que, francamente, aguardo que diga quién fue, porque no sé todavía quién fue, ¿no?
D. Permítanme, hermanos, decirles que éste es un esfuerzo también del hermano M. M. y él es personalmente quien conoce el artista que ha dibujado esta obra maravillosa; le pedimos al hermano
M. M. que pase acá.
M. M. El artista que pintó este cuadro vive en la ciudad de Pereira, y es un estudiante gnóstico de Primera Cámara en el Centro de Estudios Gnósticos “Samael”, del Barrio “Mejía Robledo”, en nuestra casa en Pereira. Con mucho amor, trajimos el óleo y lo estamos ofreciendo al Maestro Samael; aquí en Guadalajara conseguimos el marco; ¡gracias!
M. Un aplauso para el artista... [Aplausos] ...Incuestionablemente, me siento conmovido por
esta pieza artística maravillosa. Obviamente, quien ha pintado ese cuadro, demuestra ser un verdadero artista en el sentido más completo de la palabra. Sin embargo, francamente y en nombre de la verdad, a pesar de que ese hermano es un gran artista y que yo admiro su pincel formidable, y el cuadro precioso, que presenta ahí, ante la vista, digo lo siguiente:
Como quiera que una persona humana o la figura de una persona humana, como la mía, no tiene realmente ningún valor que valga la pena, pues, la persona es persona y es algo efímero; como quiera que lo único importante es el Ser; como quiera que me considero (en nombre de la verdad, y no por perogrullo de humildad, sino sencillamente por que así es), un mísero gusano del lodo del mundo, lamento que esas tan grandiosas características artísticas de ese gran hermano, se hayan ocupado en pintar algo que no vale la pena pintar.
Prefiero, sencillamente, que los hermanos se dediquen de lleno al trabajo sobre sí mismos a la disolución del Ego, a la aniquilación del Yo.
De todas maneras, lo que sí admiro, es el pincel del artista, ¡lo es! Y eso no lo podemos negar. Pero, repito, es lástima que tan maravilloso pincel se halla dedicado a pintar mi triste figura; eso es todo. [Aplausos].