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El Quinto Evangelio.- Extraños Fenómenos Metafisicos

EXTRAÑOS FENÓMENOS METAFÍSICOS

  Vamos a comenzar nuestra plática de esta noche, ruego a todos mucha atención. Ante todo, es necesario saber de dónde venimos, para dónde vamos, cuál es el objeto de nuestra existencia, por qué nacimos, quiénes somos, etc.

Resulta manifiestamente doloroso vivir en el mundo en forma puramente mecánica, sin conocer nada de nosotros mismos, sufriendo, luchando, trabajando para existir y sin saber para qué es que hay que existir. Me parece que eso de existir por existir no tiene razón de ser.

Vale la pena que sepamos algo de nosotros mismos. Sólo así, en verdad, le encontraremos sentido a la vida, sólo así, lucharemos con alegría por el pan de cada día. ¿Quiénes somos? En los antiguos Misterios Griegos allá en el Templo de Delfos se grabó en piedra una inscripción que decía: “Nosce Te Ipsum”. (Hombre conócete a tí mismo y conocerás al Universo y a los Dioses).

El hombre está contenido en la Naturaleza y la Naturaleza en el hombre; y si no descubrimos las Leyes de la Naturaleza dentro de nosotros mismos, no las descubriremos fuera de sí mismos, nunca jamás. Dentro del terreno de la Parapsicología hay mucho material interesante.

En el pasado se hicieron muchos experimentos psíquicos o parapsicológicos, con el propósito de saber algo sobre nosotros mismos. Me viene a la memoria, en estos instantes, el caso famoso de EUSAPIA PALLADINO, en Nápoles, ésta era una mujer completamente analfabeta, ignorante, sin embargo supo, o bien sirvió para muchos experimentos de tipo metafísico: En presencia de ella, una mesa se levantaba sola, violando la Ley de la Gravedad; extraños seres aparecían y desaparecían; golpes muy raros aparecían o se sentían en donde ella estuviese.

Y eso atrajo la atención de muchos experimentadores. Eusapia Palladino, de Nápoles, se hizo famosa en toda Europa; y vinieron sabios de todos los países de ese viejo continente, como decían ellos: “A desenmascarar el fraude”. Eran tipos escépticos, de la corriente ésa, Materialista del siglo XVIII, incrédulos en un ciento por ciento, fanáticos del Cientifismo Materialista que ha llegado hasta nuestros días. Empezaron por organizar un laboratorio para la investigación o las investigaciones.

A Eusapia Palladino la sentaron en una silla firmemente adherida al piso; de lado y lado habían postes de acero, a los cuales naturalmente fue encadenada; su cuerpo, todo, fue envuelto en alambres eléctricos, hasta sus oídos, las orejas, los oídos fueron traspasados con alambres eléctricos; los dedos de sus manos fueron envueltos en alambre finos a fin de que cualquier movimiento que hiciera para realizar algún truco, inmediatamente era lo suficiente como para que sonara un timbre que la delataría. No había posibilidades de alguna trampita por ahí... El caso fue extraordinario, pies, manos, todo estaba asegurado.

Antes del experimento se hizo un análisis cuidadoso de su cuerpo físico: Se examinó la orina, se hicieron estudios exhaustivos sobre los pulmones, bronquios, etc., con el propósito de conocer su estado físico; era una mujer sana... Ya en pleno experimento, he ahí que una mesa que había delante (y alrededor del cual estaban sentados los investigadores Materialistas incrédulos y fanáticos en un ciento por ciento), se levantó completamente sobre el piso, violando la Ley de la Gravedad. Se tomaron fotografías y se vio perfectamente en ellas la cruda realidad del hecho, sin trucos de ninguna especie, máxime cuando ella estaba atada completamente a los postes de acero, y controlada por esos incrédulos científicos Ateos, enemigos del Eterno.

También había en el laboratorio básculas muy finas; un instrumento musical colocado dentro de una caja de acero, electrificada a alta tensión; harina en platos, yeso en platos; una bandolina en el suelo; aparatos muy finos de fotografía, papel fosforescente, cartón fosforescente, etc... Sucedió que una bandolina que estaba en el suelo fue levantada por manos invisibles, y de ellas salían melodías muy exquisitas que, incuestionablemente, sorprendieron a los investigadores. Aparecieron manos en yeso, impresas también en harina o yeso. El instrumento musical encerrado dentro de una caja de hierro, electrificada con corriente a alta tensión, resonó deliciosamente...

¿Quién podría, con su mano física, haber tocado el instrumento que estaba encerrado herméticamente en una caja, y ésta cargada de electricidad a alta tensión? El que lo hubiera hecho, físicamente, pues habría muerto, habría quedado electrocutado. Sin embargo, resonó aquel extraño instrumento deliciosamente; bellas melodías hicieron estremecer a todos en el laboratorio...

Según las balanzas muy finas indicaron determinaba cantidad de peso; manos extrañas habían puesto pesos en un platillo de la balanza y esto se registraba, etc...

Lo más interesante de estos experimentos fue el caso de BOTAZZI (un científico que había allí presente): La madre del mismo, muerta hacía muchos años atrás, apareció un buen día en el laboratorio, avanzó por entre el grupo de hombres de Ciencia hasta donde estaba su hijo y le abrazó, llamándole con su peculiar nombre de familia. Los científicos tomaron fotografías inmediatamente de lo ocurrido.

Botazzi que era uno de los incrédulos, no pudo menos que creer al abrazar a su madre, muerta hacía tantos años atrás. Es decir, está fue una serie de experimentos que demostraron, hasta la saciedad, la realidad del mundo invisible...

Es claro que muchos de esos científicos Ateos, enemigos del Eterno, ¡creyeron! Se removieron hasta lo más íntimo de su Ser, se sorprendieron. Pudieron evidenciar, por sí mismos, que su Ciencia era muy pobre ante el gran depósito de la Sabiduría Universal...

Mucho más tarde en el tiempo, otro caso extraordinario fue el que sucediera en Merville, Estados Unidos. Las SEÑORITAS FOX, llamaron la atención universal. En la casa de estas señoritas se sucedieron fenómenos muy graves: Algunas mesas flotaban en el ambiente y luego caían pesadamente. Ciertas piedras lanzada por manos invisibles, salían por una puerta de la casa y entraban por una venta, o salían por una ventana y entraban por otra, violando todo principio inteligente de los ya conocido, cuando una piedra es arrojada.

Claro como en el caso de KATIE KING, no faltó un científico, un tal WILLIAM CROOKES (que fuera precisamente el descubridor de la Materia en estado radiante, aquél que presentara al mundo la Materia radiante en sus tubos de cristal), fue tal hombre el que se propuso investigar...

Llegaron de Europa, los Estados Unidos, científicos Materialistas de toda clase. Como en el caso de Eusapia Palladino, también se propusieron venir con el propósito de “desenmascarar el fraude”, como decían en aquella época...

Dentro de una cámara especial, en el laboratorio, se les colocó a las dos Señoritas, debidamente atadas a camas de acero, envueltas en hilos eléctricos para asegurarse que no producirían ningún fraude. Y en presencia de los científicos se vio, como aquellos cuerpos se desmaterializaban, a tiempo que se hacía visible y tangible Katie King.

Esta era una difunta y que ahora entraba en escena en el Mundo Físico, y que ciertamente llamó mucho la atención en aquella época. Katie King había muerto joven y joven aparecía.

No hay duda de que mediante aquellas dos médiums se condensaba para hacerse visible y tangible. Tomaba el material para su materialización de los cuerpos de esas dos Señoritas Fox, de Merville.

Katie King, la difunta, duró materializándose así, durante tres años completos; se dejó someter a toda clase de análisis, se sacaron toda clase de fotografías. Los científicos se convencieron en forma total. Y de incrédulos que eran se volvieron creyentes. Estuvo con ellos tres años, en pleno laboratorio.

A los tres años en presencia de todos se fue desmaterializando después de haberse despedido, manifestó que había venido a cumplir una misión: Cual era la de demostrar que hay algo más allá del sepulcro, que hay algo que tiene realidad más allá de la tumba. Y, ciertamente, abrazándoles a todos, muy lentamente se desmaterializó ante las placas fotográficas...

Sin embargo, para que ellos se convencieran aún más de que no habían sido víctimas de ninguna alucinación, les dejó un bucle de su propio cabello allí, materializado (bucle que todavía se conserva). Así que hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos...

Ellos, los investigadores, regresaron a sus países de origen ya perfectamente convencidos, ya no eran los escépticos que habían venido; creyeron a base de rigurosas comprobaciones.

Y es que en realidad, mis estimables amigos, todos nosotros vivimos en relación con un MUNDO INVISIBLE. Si las gentes no se dan cuenta de lo que sucede más allá de la muerte, es precisamente por que tienen la CONCIENCIA DORMIDA, si la tuvieran despierta todo sería diferente.

Nosotros estamos en relación directa con muchos que han pasado al Más Allá, y sin embargo, es triste decirlo, no se dan cuenta los seres humanos de esa clase de asuntos espirituales.

Más aún: Les digo a ustedes, existe un fenómenos psíquicos tremendos: Hace poco estuve en contacto con un gran gnóstico, venido de los Himalayas. Había ido él allí con el propósito de aprender el kung fu, no hay duda que sí lo aprendió...

En Berlín, Alemania, ingresó a una Escuela de Parapsicología, mas hubo de acaecerle un hecho que verdaderamente fue extraordinario: Tenía él un amigo estudiante con el cual andaba por Alemania, y un día de esos tantos, como joven que era y soltero, vivió cierta peripecia bastante sensacional...

Ellos dos, vieron unas muchachas de Berlín, alemanas, las requirieron de amores y se hicieron novios de las mismas, ellas se mostraron muy asequibles. Diariamente salían con ellas a tomar el café, a pasear por las distintas colonias de Berlín, etc. Ellas vivían en una hermosa residencia, solas, y no tuvieron inconveniente alguno en invitarles a su casa...

Allí se divertían un poco los cuatro con un trencito eléctrico muy hermoso, lo hacían andar, y claro todo esto para ellos era bello. La vida discurría así, amablemente, y nada podía hacer sospechar que algo extraño tendría que suceder...

Aquellas dos damas tenían un temperamento muy amable; sus cabellos eran rubios como el de todas las alemanas, de raza blanca, su piel sonrosada; gustaban vestir hermosamente. Así que las relaciones en verdad, fueron bellas, las dos parejas se amaban; y cada uno de estos jóvenes (estudiantes de la Universidad de Parapsicología) amaba a su novia, y no había nada extraño por el momento...

Lo extraño vino después, y para colmo, después de tres años. Notaron ellos un día que aquellas damas se iban poniendo muy pálidas, su color sonrosado se iba destiñendo lentamente. También se les veía muy meditabundas, y al fin, una de ellas, no tuvo inconveniente en decir a los jóvenes:

– En esta semana no podremos vernos, nos veremos el sábado. (Empezaba día lunes), dijeron ellos:

– Bueno, si eso es así, el sábado nos veremos...

– Sí, el sábado pueden venir ustedes como de costumbre, para que salgamos por ahí a dar la vuelta y estemos contentos todos.

– Está bien. Dijeron ellos.

Y el sábado, precisamente, se presentaron como de costumbre, pero la casa estaba herméticamente cerrada. Se cansaron de tocar el timbre inútilmente, golpearon las ventanas, en la puerta, nadie salía; pasaba el tiempo, nadie abría. Al fin ellos, un poco impacientes, golpearon en la puerta vecina para tratar de inquirir algo sobre la damas. La cosa estaba muy rara...