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Tratado Esotérico de Magia Rúnica: Capitulo 9.- El Oraculo de Apolo

EL ORÁCULO DE APOLO

Después de los regios y sacros funerales de POLIDORO el épico guerrero caído gloriosamente entre los yelmos y las rodelas en cruenta batalla, ENEAS el Troyano con sus naves y su gente se hizo a la mar borrascosa y tremebunda y no tardó en llegar a la tierra de DELOS, lugar de tantas tradiciones Hiperbóreas, donde ardiendo con la llama de la FE, consultó al Oráculo de APOLO sabiamente construido en la dura piedra.

Heródoto, en el libro IV, Capítulos XXXII y XXXIV, cuenta que los Hiperbóreos, viejos antecesores de los LÉMURES, enviaban periódicamente a DELOS sus ofrendas sagradas, envueltas en paja de fromentun. Tales ofrendas venerandas tenían bien marcado su sagrado itinerario. Pasaban primero al país Escitia y después iban caminando hacia occidente hasta el mar Adriático, ruta igual a la que seguía el ámbar desde el Báltico hasta el caudaloso río Po, en la península Itálica.

Los Dódenos eran los primeros que recibían las ofrendas Hiperbóreas entre los Griegos: Bajaban luego estas desde Dódona hasta el golfo Báltico y continuaban después hacia EUBEA y CARIPTIA.

Cuentan viejas leyendas que se pierden en la noche de los siglos, que estas sacratísimas ofrendas Nórdicas, continuaban su viaje desde CARIPTIA sin tocar en ANDROS y que desde este lugar los CATECÚMENOS las pasaban a TENOS y luego a DELOS.

Los DELIOS añaden sabiamente que los HIPERBÓREOS tenían la costumbre bella e inocente, de enviar sus sagradas ofrendas divinales por manos de dos vírgenes deliciosas e inefables. Una de estas se llamaba HIPEROCHA y LAODICEA la otra.

Dicen las sagradas escrituras que para cuidar de estas santas mujeres tan deliciosas y sublimes, cinco INICIADOS o PERPHERES, las acompañaban en su peligroso y muy largo viaje.

Empero, todo fue inútil porque aquellos Santos varones y esas dos sublimes Sibilas fueron asesinados en la tierra de DELOS cuando cumplían con su misión.

Muchas núbiles doncellas preciosas y bellas de la ciudad, llenas de dolor se cortaron el cabello y depositaron sus ensortijados bucles en un huso sobre el monumento alzado en honor de aquellas sagradas víctimas que se decía vinieron acompañadas por los DIOSES ARTEMISA y APOLO.

Reverendísimo lugar al que llegó ENEAS; ¡DELOS!, Lugar de arcaicas leyendas Hiperbóreas que se esconden como piedras preciosas en el fondo profundo de todas las edades.

Y prosternado en tierra, mordiendo el polvo de los siglos, invocó dentro del sagrado recinto a APOLO el DIOS del FUEGO, suplicándole con su adolorido corazón que protegiera a la ciudad que iba a fundar, la segunda PÉRGAMO Troyana. Dice la Historia que este ínclito varón consultó a APOLO interrogándole acerca de qué lugar le designaba para establecerse. Entonces la tierra tembló espantosamente.

El héroe y su gente agazapados y abrazados al suelo, poseídos de un misterioso temor, escuchó y escucharon todos, la terrible voz de FEBO APOLO que decía: "¡Fuertes descendientes de Dárdano!, Para estableceros de modo perdurable habéis de buscar la tierra de donde sois originarios; la primera que os ha llevado en su seno. Allí la estirpe de ENEAS dominará todo el país, y los hijos de sus hijos y los que nazcan de aquellos".

Cuenta el épico líder que después de escuchar el Oráculo de APOLO lleno de preocupación pensaba cual podía ser la tierra más remota de su origen, pero su anciano padre que recordaba vivamente las viejas tradiciones de familia dijo:

"Escuchad, jefes, el nombre de nuestras esperanzas. La cuna de nuestra estirpe es CRETA, isla que se halla en medio del piélago inmenso. Está poblada de ciudades poderosas que son otros tantos Estados ricos".

"De CRETA nos vino a los Troyanos el culto de CIBELES (LA MADRE DIVINA KUNDALINI) con su carro que arrastran los leones; de ella el bronce y otras artes que hacen poderosos a los humanos".

"Vayamos, pues, a CRETA, que no está lejos, pues si JÚPITER (EL CRISTO), nos manda viento favorable, estaremos allí en tres días".

"Llegó a nuestros oídos —dice ENEAS— el rumor de que el Rey de CRETA Idomeneo, que fue nuestro enemigo, pues luchó junto a los AQUEOS en Troya, se había marchado de la isla, y con su ausencia nuestra llegada a este país sería mucho más favorable".

"Con el corazón esperanzado —continúa diciendo ENEAS— estuvimos a bordo, nuestros marineros rivalizaron en agilidad y rapidez. Unas veces bogando otras manejando las jarcias, impulsados por favorables vientos de popa, abordamos a CRETA sin contratiempo, y allí fundé otra ciudad que, en memoria de nuestra antigua ciudadela, llamé PERGAMEA".

Y aquel pueblo heroico y terrible capitaneado por ENEAS, el ilustre paladín Troyano, se habría establecido definitivamente en esa isla, si una peste maligna y desastrosa no le hubiese obligado a pensar en hacerse a la mar en busca de otras tierras.

En la descomposición y putrefacción de ese aire malsano el contagio siniestro infectaba desgraciadamente todos los cuerpos, unos caían fulminados con el rayo de la muerte, mientras otros se arrastraban como espectros fatales desencajados por la fiebre.

"Un viento abrasador —dice ENEAS— quemaba nuestras cosechas y la tierra parecía rehusarnos el alimento".

En la mente de ENEAS, furibunda se desató la tempestad del pensamiento y desesperado como un náufrago agarrado a la roca cruel, pensó en regresar al Santuario de APOLO el DIOS DEL FUEGO, para consultar el Oráculo nuevamente. Pero aquella misma noche, en esas horas deliciosas en que el cuerpo duerme y el alma viaja en los mundos superiores fuera del organismo físico, se encontró ENEAS con sus DIOSES PENATES; los Genios tutelares de su familia, los JINAS o ÁNGELES de TROYA.

Y hablaron los SEÑORES DE LA LLAMA: "No es necesario, hijo, que regreséis navegando a donde está el Oráculo de APOLO, interpretasteis mal la profecía. Vuestra patria de origen no es CRETA, sino HESPERIA, la antigua tierra que ahora llaman ITALIA. De allí salieron los antiguos fundadores de la raza de Troya, el héroe DARDANO y su antepasado JASIO. Anda y relátale a tu padre esta noticia".

Y sorprendido su padre recordó entonces a CASANDRA la profetisa Troyana, esa pobre mujer que había dicho lo mismo antes de la destrucción de la soberbia Ilion y a quien nadie hizo caso pues APOLO la tenía castigada.

Esa noble mujer que se llamaba CASANDRA, tan adorada y bendecida, pagó un tipo de KARMA muy singular por mal uso de sus divinales facultades en vidas anteriores.

Y cuenta la leyenda de los siglos que ENEAS y su gente sin perder más tiempo se hizo nuevamente a la mar, rumbo a las tierras del LACIO.