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Mensaje de Navidad 1967-1968: Capitulo 36.- Historia del Maestro Chino Kao Feng

HISTORIA DEL MAESTRO CHINO KAO FENG

El MAESTRO CHINO KAO FENG, entró en el Sacerdocio a los quince años de edad y se ordenó a los veinte, en el Monasterio de Chin Tzu.

KAO FENG comprendió que todos los seres humanos son miserables autómatas dormidos y se propuso cuanto antes "Despertar Conciencia" a través de la Ciencia de la Meditación.

KAO FENG realizó sus primeros trabajos bajo la inteligente y sabia dirección del MAESTRO Tuan Chiao, quien le enseñó a trabajar con el HUA TOU (Frase Misteriosa): "¿Dónde estaba yo antes del nacimiento, dónde estaré después de la muerte?".

KAO FENG se propuso trabajar con este HUA TOU pero no pudo concentrar su mente a causa de la bifurcación de esta frase; su mente se dividió en muchas opiniones y conceptos opuestos y Kao Feng sufría hasta lo indecible porque anhelaba con todo su corazón y con toda su alma liberarse del DUALISMO MENTAL.

La experiencia de lo REAL resulta imposible mientras la ESENCIA, el BUDDHATA, el ALMA, esté embotellada entre el DUALISMO intelectual.

Las opiniones contrapuestas, el batallar de los conceptos opuestos, las ideas antitéticas, corresponden a los diversos funcionalismos ilusorios de la mente.

KAO FENG lloraba lágrimas de sangre anhelando desembotellarse de entre el DUALISMO MENTAL, pero fracasó con el HUA TOU del MAESTRO Tuan Chiao.

Cuenta la tradición que en estado de terrible angustia y desesperación, Kao Feng busco al MAESTRO HSUEH YEN quien compadecido de su dolor le enseñó el poderoso Mantram WU, exigiéndole diaria información sobre sus trabajos.

El Mantram WU se canta como una doble U... U... imitando el aullido del huracán entre las embravecidas olas del furioso mar. Durante esta practica la mente debe estar absolutamente quieta y en profundo y espantoso SILENCIO, tanto en lo exterior como en lo interior; ni el más leve deseo, ni el más insignificante pensamiento deben agitar el profundo lago de la mente.

Las explicaciones del MAESTRO HSUEH YEN eran en verdad tan sencillas y claras que su discípulo KAO FENG cayó en la negligencia y en la pereza, debido a que francamente no necesitaba hacer ningún esfuerzo para comprenderlas.

El Maestro Hsueh Yen pese a su acostumbrada dulzura, también sabia ser muy severo cuando era necesario.

Cierto día como de costumbre, Kao Feng entró en el cuarto de su MAESTRO, pero entonces éste en tono muy severo le dijo: "¿Quién ha traído este cadáver en tu nombre?" No bien hubo acabado de decir esto le echó de su cuarto.

Más adelante Kao Feng siguió el ejemplo de Chin Shan y busco refugio en la Sala de Meditación.

Las prácticas de la MEDITACIÓN ÍNTIMA provocan en forma graduada, el Despertar de la Conciencia, el despertar del Buddhata.

El NEÓFITO comienza a reaccionar ante las representaciones suprasensibles internas en forma muy distinta, muy diferente a la usual; Comienza por decir: estoy soñando, esto es un sueño; más tarde exclama lleno de alegría: ESTOY FUERA DEL CUERPO FÍSICO; MI CUERPO FÍSICO está dormido pero yo estoy fuera del cuerpo totalmente CONSCIENTE y DESPIERTO.

En cierta ocasión estando Kao Feng fuera de su dormido cuerpo que entre la cama roncaba, recordó con entera claridad meridiana aquel KOAN que dice: TODAS LAS COSAS SE REDUCEN A LA UNIDAD, PERO ¿A QUÉ SE REDUCE LA UNIDAD?

Cuentan las tradiciones CHINAS que en ese instante su mente se llenó de terribles confusiones hasta el punto que ya no lograba distinguir al ESTE del OESTE, o al NORTE del SUR.

Al sexto día de estar en ese desdichado estado mental, sucedió que mientras musitaba con infinita devoción las plegarias colectivas en el Lumisial de meditación, levantó su cabeza y vio CLARIVIDENTEMENTE aquellas dos últimas frases misteriosas de ese poema oriental compuesto por el Quinto Patriarca, FA YAN; "Oh, eres tú, a quien yo siempre he conocido, y que vienes y te vas en los treinta mil días de un siglo".

Inmediatamente Kao Feng se puso a trabajar con la misteriosa y enigmática frase: "¿Quién ha traído este cadáver en tu nombre?". Se le había quedado tan grabada en la mente desde aquel día en que el Maestro Hsueh Yen la había pronunciado, que era imposible olvidarla.

Sentía como si su mente y su personalidad hubieran perecido y como si su Espíritu Divino hubiera resucitado después de la muerte. Se sentía feliz, como si le hubiesen quitado un enorme y pesado fardo de encima. Entonces contaba veinticuatro años de edad y había logrado el deseo de llegar al "Despertar de la Conciencia" en tres años.

Cuando a Kao Feng se le preguntó: "¿Puedes dominarte a ti mismo a la plena luz del día?". "Si puedo", -contestó con firmeza-. "¿Puedes dominarte cuando estáis soñando?" Su respuesta fue nuevamente: "si puedo". "Cuándo duermes sin sueño, ¿dónde esta el Maestro?". Kao Feng no pudo hallar respuesta para esta última pregunta y nuevos sufrimientos íntimos afligieron el fondo de su ALMA.

El MAESTRO le dijo: "De ahora en adelante no quiero que estudies el Budismo ni el Dharma, no quiero que estudies nada, ni antiguo, ni nuevo". "Sólo quiero que comas cuando tengas hambre y que te acuestes cuando estéis cansado". "En cuanto te despiertes, pon alerta tu mente y pregúntate: ¿quién es el MAESTRO de este despertar y dónde descansa su cuerpo y hacia dónde conduce su vida?"

Kao Feng ciertamente era un hombre de THELEMA (Voluntad) y decidió con entera firmeza que habría de entender esto de alguna manera, aunque en el empeño diera la impresión de ser un idiota para el resto de sus días.

Pasaron cinco años de trabajo intensivo. Un día cualquiera cuando trabajaba este punto en medio del sueño, un monje compañero que dormía a su lado, en el dormitorio común del monasterio, empujó inconscientemente la almohada y ésta cayó ruidosamente al suelo. En esos instantes sus dudas desaparecieron de inmediato. Sintió con inmensa alegría que había logrado saltar fuera de una trampa. Todas las frases misteriosas de los Maestros y los Buddhas y todos los múltiples problemas del pasado, del presente y del futuro, se volvieron claros para él. A partir de entonces Kao Feng quedó iluminado.

Existen dos tipos de iluminación: la primera suele llamarse AGUA MUERTA, porque tiene ataduras. La segunda es elogiada como la GRAN VIDA, porque es ILUMINACIÓN sin ataduras, VACÍO ILUMINADOR.

El primer tipo de ILUMINACIÓN es AUTO-CONCIENCIA DESPIERTA. El segundo tipo de ILUMINACIÓN aunque es llamado en la Cuarta Vía, Conocimiento Objetivo, Conciencia Objetiva, trasciende realmente a eso que se llama CONCIENCIA. El segundo tipo de ILUMINACIÓN nada tiene que ver con la conciencia; es el SER, y la razón de SER del SER es el MISMO SER.

KAO FENG se convirtió de hecho en un TURIYA porque logró independizarse absolutamente de la mente a través de la meditación de fondo.

El mundo es mente cristalizada y por eso es MAYA, ilusión.

Cuando termine el GRAN DÍA CÓSMICO esta forma ilusoria de la mente se reducirá a polvareda CÓSMICA.

Realmente mi persona, las personas, tu persona, las cosas, las criaturas de toda especie, NO EXISTEN, son tan sólo formas MENTALES ilusorias que deben reducirse a polvareda CÓSMICA.

Lo ÚNICO REAL es BRAHMA, el ESPACIO-ESPÍRITU-INFINITO dentro del cual está contenido el Eterno Femenino y la Monada Sagrada; todo lo demás es ILUSIÓN.

En algo tenemos que perdernos... millones de seres humanos se pierden en los MUNDOS-INFIERNOS, nosotros los gnósticos preferimos perdemos en BRAHMA.

Es urgente impedir que el contenido MENTAL (CHITA) adquiera diversas formas (Vrittis), durante la MEDITACIÓN INTERIOR PROFUNDA. Cuando las olas mentales han cesado y el lago intelectual se ha apaciguado, cesa la ilusión que nos produce el oleaje de los opuestos y viene la experiencia de lo REAL.

Cuando el ESPACIO-ESPÍRITU-INFINITO llamado BRAHMA asume alguna forma para hablar a sus AVATARAS es entonces ISHVARA, EL MAESTRO DE TODOS LOS MAESTROS, un PURUSHA muy especial, desprovisto de mente, exento de sufrimientos, de acciones, de resultados y deseas.

El INTELECTO LUCIFÉRICO lo único para lo cual desgraciadamente sirve es para atormentarnos con el incesante batallar de los opuestos. Kao Feng se liberó de la mente y se convirtió en un Turiya.