Capítulo 25
Y Jesús respondió a María diciéndole: Bien dicho María, interrogas bien con tu excelente pregunta y arrojas luz en todas las cosas con segura precisión. Por tanto, desde ahora en adelante no te ocultaré nada, sino que te revelaré todas las cosas con seguridad y franqueza. Escucha pues, María, y vosotros discípulos, escuchad: Antes que yo proclamase a todos los Arcontes de los Aeones y a todos los Regidores del Destino y de la Esfera, ellos estaban atados en sus ataduras y a sus esferas y a sus sellos, tal como Jeú, el Supervisor de la Luz, los había atado desde el principio; y cada uno de ellos permanecía en su orden, y cada uno viajaba de acuerdo con su curso, tal como Jeú, el Supervisor de la Luz, lo había establecido.
Jeú, el nombre profundamente sagrado, se relaciona con la Luz y la Clarividencia.
Escrito está, que Jesús, el Gran Kabir, entonó un dulce cántico en loor del Gran Nombre.
Escrito está, que pronunció el Nombre profundamente sagrado Jeú, y les sopló en los ojos diciendo: "Ya sois clarividentes."
Incuestionablemente, "Jeú" es palabra mántrica o clave mágica relacionada con la Clarividencia.
Esta palabra "Jeú" figura en la Misa Gnóstica.
La venida de Melchizedek.
Y cuando llegó el momento del número de Melchizedek, el Gran Receptor de Luz, éste fue en medio de los Aeones y de los Arcontes, quienes están confinados a la Esfera y al Destino, y arrebató la purificación de la Luz de todos los Regidores y los Aeones y de todos los Arcontes del Destino y de aquéllos de la Esfera - pues él inspiraba lo que los ponía en agitación - y puso en movimiento al Apresurador, que está por encima de ellos, y los hizo girar en círculos velozmente y él (el Apresurador) arrebató el poder que había en ellos y el aliento de sus bocas y las lágrimas de sus ojos y el sudor de sus cuerpos.
Melchizedek es el Genio planetario de la Tierra sobre el cual, Jesús, el Gran Kabir, dio testimonio.
Melchizedek es el Gran Receptor de la Luz Cósmica.
Melchizedek tiene cuerpo físico, es un Hombre, o mejor dijéramos, un Super-Hombre.
El Reino de Agharti se encuentra en las cavernas subterráneas de la Tierra.
La Tierra es hueca, y toda una red de cavernas constituye Agharti.
En Agharti, vive el Genio de la Tierra con un grupo de sobrevivientes de Lemuria y Atlántida.
Los Goros, poderosos señores de la Vida y la Muerte, trabajan con Melchizedek.
Toda la antigua Sabiduría de los siglos ha sido registrada en piedras dentro del Reino de Agharti.
Cuando Abraham volvía de la derrota de los Reyes de Sodoma y Gomorra, contra los cuales había peleado, encontró a Melchizedek.
Entonces, Melchizedek vivía en una fortaleza ubicada en aquel lugar, donde más tarde fuera levantada Jerusalem, la ciudad querida de los Profetas.
Abraham dio a Melchizedek sus diezmos y primicias tal como lo manda la Ley.
Melchizedek tiene cuerpo físico inmortal.
Se ha dicho que Melchizedek y su gente, Abraham y la suya, celebraron en aquella ocasión la Santa Unción Gnóstica con el partimiento del Pan y del Vino.
Fue entonces cuando Melchizedek entregó a Abraham el Santo Grial.
Dicho Cáliz fue, mucho más tarde en el tiempo, llevado por la Reina de Saba a Salomón Rey.
La Reina de Saba sometió a Salomón a muchas pruebas antes de hacerle entrega de tan Divina Joya.
El Gran Kabir Jesús celebró la Ultima Cena con el Cáliz Sagrado.
José de Arimatea llenó el Cáliz con la sangre que manaba del cuerpo del Adorable, en el Monte de las Calaveras.
El Senador romano escondió el Cáliz y la Lanza con la que Longinus hiriera el costado del Señor.
Cuando la policía romana entró en casa del Senador, no halló ni al Cáliz ni a la Lanza.
José de Arimatea fue, por tal motivo, encerrado en una prisión por largo tiempo.
Después de haber salido de la cárcel, José de Arimatea recogió las Sagradas Reliquias y se fue a Roma.
Desgraciadamente, allí encontró la persecución de Nerón contra los Gnósticos Cristianos.
Viajó por el Mediterráneo, y una noche, en sueños, fue visitado por un Angel, quien le dijo: Ese Cáliz tiene un gran poder porque en él se halla contenida la sangre del Redentor del Mundo. Guárdalo allá. Entonces le mostró el Templo de Monserrat, en España, Cataluña.
José de Arimatea ocultó el Cáliz y la Lanza en ese Templo.
En el Castillo del Grial, en el Monsalvat trascendente, se encuentran pues, el Santo Grial y la Lanza de Longinus, el Centurión romano.
No está demás, afirmar en forma enfática, que el Templo del Grial se halla en estado de Jinas.
El Cáliz simboliza al Yoni femenino y la Lanza alegoriza al Phalus de los Misterios Griegos.
En el Cáliz y la Lanza se hallan ocultos los misterios del Lingam-Yoni.
El camino que conduce a la Auto- Realización íntima del Ser es absolutamente Sexual.
Melchizedek, en medio de los Aeones y de los Regidores, arrebata siempre lo que tiene que arrebatar, para bien de la Humanidad doliente.
En forma constante, el Genio de la Tierra, atrapa continuamente la Luz purificadora, la absorbe, la atrae a nuestro mundo Tierra para auxiliar a las Almas.
No debemos olvidar que los Aeones y Arcontes están confinados a la Esfera y al Destino.
Es posible, en lo individual, mediante el Perdón y las Negociaciones, arreglar los asuntos de la Ley con los Regidores y los Aeones del Destino y la Esfera.
Esto es lo que significa arrebatar la purificación de Luz de todos los Aeones y Arcontes de todos los jerarcas del Destino y de Aquellos de la Esfera.
Así se dice, que Melchizedek arrebató el poder que había en ellos, y el aliento de sus bocas y las lágrimas de sus ojos y el sudor de sus cuerpos.
Melchizedek, en nosotros y por nosotros, como Señor de esta morada planetaria en que vivimos, pone en movimiento al Apresurador, que está por encima de ellos, y lo hace girar en círculos, velozmente.
Esto quiere decir que acelerar nuestra Auto-Realización íntima es siempre posible a base de trabajos conscientes, padecimientos voluntarios, negociaciones y perdón.
Melchizedek responde por todas las Almas de la Tierra.
Jesús, el Gran Kabir, es Sacerdote por siempre, según el Orden de Melchizedek.
"Porque este Melchizedek, Rey de Salem, Sacerdote del Dios altísimo; que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los Reyes, y le bendijo."
"A quien a sí mismo dio Abraham los diezmos de todo, cuyo nombre significa primeramente Rey de Justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de Paz,"
"Sin Padre- terrenal, sin Madre- terrenal, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hechos semejantes al Hijo de Dios, permanece Sacerdote para siempre." (HEBREOS 7).
Del moldeado de las almas de los hombres.
Y Melchizedek, el Receptor de la luz, purificó esos poderes y llevó su luz al Tesoro de la Luz en tanto que los servidores de todos los Arcontes juntaban toda la materia de todos ellos; y los servidores de los regidores del Destino; y los servidores de la esfera que está debajo de los Aeones la toman y la moldean en almas de hombres y ganado y reptiles y bestias salvajes y pájaros y las envían abajo, al mundo de la humanidad. Y luego, los receptores del sol y los receptores de la luna, si miran por encima y ven las configuraciones del Destino y de la Esfera, entonces ellos las toman de la energía de la luz; y los receptores del sol la obtienen lista y la depositan hasta que la presentan a los receptores de Melchizedek, el Purificador de la Luz. Y traen su material inútil a la esfera que está por debajo de los Aeones, y lo moldean en almas de hombres, y lo moldean también en almas de reptiles y de ganado y de bestias salvajes y de pájaros, de acuerdo con el círculo de los regidores de esa esfera y de acuerdo con todas las configuraciones de su revolución, y las reparten en este mundo de humanidad, y se convierten en almas en esta región, tal como os lo he dicho.
Melchizedek, el Genio de la Tierra, una y otra vez debe purificar los poderes de este mundo con sacrificio y transformaciones terribles.
Los grandes cataclismos son necesarios.
Melchizedek debe, así, purificar los poderes del Alma del Mundo y llevar su luz al Tesoro de la Luz.
Una paralela correcta nos indica que dentro del Micro-cosmos hombre debe ocurrir lo mismo cuando se quiere llegar a la Auto- Realización íntima del Ser.
Los Trabajadores de la Gran Obra trabajan incesantemente sobre sí mismos y sobre el Universo; esto se halla especificado en todo Génesis religioso.
A nosotros, nos corresponde hacer dentro de sí mismos lo que el Ejercito de la Palabra hizo en el Macrocosmos.
Los servidores de todos los Regidores juntaban y juntan toda la materia de todos ellos.
Se trata de juntar la Sal, el Azufre y el Mercurio, para la Gran Obra.
Mediante las sabias combinaciones de la Sal, el Azufre y el Mercurio, se hace la Gran Obra.
Aquellos que han realizado la Gran Obra la presentan a los Receptores de Melchizedek.
Esos que han realizado la Gran Obra ingresan a la Orden Sagrada de Melchizedek.
El material inútil es arrojado a los Mundos Infiernos, es decir, a la esfera sumergida que está por debajo de los Aeones, región de las bestias que personifican a nuestros defectos de tipo psicológico.
Del Abismo surgen cosas espantosas de acuerdo con los Regidores de esa esfera y de acuerdo con todas las configuraciones de su revolución, y todo queda repartido entre la humanidad.
En última síntesis, mediante la Aniquilación budhista y crística, desintegrando agregados psíquicos o Mercurio seco, podemos cristalizar Alma en nosotros.
Los Receptores de la esfera que está por debajo de los Aeones, realizan trabajos maravillosos que las gentes ni remotamente sospechan.
Ellos pueden moldear el material inútil que cae en la esfera, por debajo de los Aeones.
Ellos pueden moldear el tal inútil material, en almas de reptiles y de bestias salvajes y de pájaros de acuerdo con todas las configuraciones de su revolución, y las reparten en este mundo de humanidad, y se convierten en almas en esta región, tal como os lo he dicho.
Ellos pueden y deben dirigir en la esfera sumergida, que está por debajo de los Aeones, los procesos involutivos de las bestias salvajes, reptiles y ganado, toros furiosos y demonios con cara de cocodrilo.
Tales bestias del Averno son agregados psíquicos personificando defectos psicológicos, engendros del infierno, egos que provienen de humanos organismos.
Los Regidores de la esfera que está por debajo de los Aeones tienen poder sobre la Vida y la Muerte.
Los Regidores de esa esfera sumergida dirigen las oleadas de la Vida y de la Muerte.
Concretando, diremos: Los Regentes de la esfera sumergida infernal, que está por debajo de los Trece Aeones, tienen poder para trabajar con las criaturas vivientes que viven sobre la superficie de la Tierra y con las bestias del Abismo.
Los agregados psíquicos que constituyen el ego tienen animalescas formas.
Quienes ingresan a los mundos infiernos, involucionan en el tiempo hasta la muerte segunda.
Mediante la muerte segunda se libera el Alma, la Esencia, entonces ingresa en el Edén para recomenzar o reiniciar nuevos procesos evolutivos que han de surgir en el Mineral, continuar en el Vegetal y proseguir en el Animal, hasta reconquistar el estado humano que otrora se perdiera.
Todo este trabajo con almas de hombres y de bestias, en la superficie del mundo y en la esfera que está por debajo de los Trece Aeones, es dirigido por los Regentes del Averno.