Capítulo 53
Cuando Jesús concluyó, dijo a sus discípulos: "Ahora y por tanto, que aquél en quien el espíritu se agite, venga y diga la solución al décimo arrepentimiento de Pistis Sophía".
Pedro respondió diciendo: "Oh! Señor, en cuanto a tu luz poder, hace tiempo profetizaste a través de David, en su salmo ciento diecinueve, diciendo:
Pedro, dentro de cada uno de nosotros, es esa parte de nuestro Ser que se entiende con los Misterios del Sexo.
En el Drama Cósmico, Pedro muere crucificado con la cabeza hacia abajo.
La cruz invertida de Pedro nos indica que debemos trabajar en la Novena Esfera, el sexo.
A la novena Esfera baja Marte para retemplar la espada, Hércules para limpiar los Establos de Augias y Perseo para cortar la cabeza de Medusa con su espada flamígera.
El descenso a la Novena Esfera es la prueba máxima para el Hierofante.
Buddha, Jesús, Dante, Zaratustra, Hermes, Quetzalcoatl, etc., tuvieron que pasar por esa terrible prueba.
Mientras no se pasa por esa terrible prueba, sólo existen teorías en la mente.
Pedro interpreta el décimo arrepentimiento, según el Salmo CXIX
1. - Clamé a ti, Oh! Señor, en mi opresión y tú me escuchaste.
2. - Oh! Señor, salva mi alma de los labios injustos y de las lenguas taimadas.
3. - ¿Qué se te dará o qué se te añadirá, con una lengua taimada?
4. - Las flechas del fuerte (uno), han sido afiladas con carbón del desierto.
5. - Ay de mí, que vivo lejos de mi morada, en las tiendas de Kedar.
6. - Mi alma ha morado en muchas regiones como huésped.
7. - Yo fui pacífico con aquellos que odiaban la paz; si yo no les hablaba, ellos luchaban contra mí sin causa alguna.
Esta es, pues, Oh! Señor, la solución al décimo arrepentimiento de Pistis Sophía, el que ella expresó cuando las emanaciones de Obstinado la oprimían; éstas y su poder rostro de león y cuando todos la oprimían en exceso".
El Señor escucha a quienes le imploran.
Los labios injustos y las lenguas taimadas calumnian siempre a los Hierofantes del sexo.
Los perversos nunca pueden comprender los misterios sexuales y vociferan contra los Sabios.
La lengua taimada, que habla de lo que ni remotamente sabe, caerá en el abismo de perdición.
Quienes calumnian a los Hierofantes del sexo, involucionan entre las entrañas de la Tierra hasta la muerte segunda.
Hablar contra los misterios del sexo, implica atacar al Pedro Intimo, a esa parte autónoma y auto- consciente de nuestro propio Ser relacionada con el sexo.
Fuerte es el que se hace fuerte en la Magia sexual.
Quien jamás ha trabajado en la forja de los Cíclopes es espantosamente débil.
La energía sexual es la fuerza fuerte de toda fuerza.
La vida para los Iniciados es un desierto, raro es quien pueda vivir en el desierto de los Sabios.
Con fuego de vida sexual y carbones eróticos encendidos se afilan las flechas del fuerte.
La morada de Pistis Sophía está lejos de las tiendas de Kedar.
No deben olvidar nuestros queridos lectores que este Salmo CXIX, citado por el Hierofante Pedro, corresponde a las funciones específicas de nuestro Pedro Intimo y de los misterios del Sexo. Similarmente, cada uno de los personajes de Pistis Sophía es alguna de las partes de nuestro propio Ser.
Obviamente, cada una de las doce partes y cada una de las partes de nuestro propio Ser, tiene su documentación en las Sagradas Escrituras.
Ahora comprenderán nuestros lectores el motivo por el cual cada uno de los personajes de Pistis Sophía cita algún párrafo de la Santa Biblia.
No podría ser, pues, una excepción, Pedro y los misterios del sexo.
Quedan pues advertidos nuestros lectores sobre la íntima relación existente entre los personajes de Pistis Sophía y los párrafos bíblicos por ellos citados.
Obviamente, los párrafos bíblicos por ellos citados, especifican las funciones de cada uno de ellos en nosotros y dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.
Ciertamente, el Pistis Sophía no es un libro para leer mecánicamente, sino para estudiar y meditar profundamente durante toda la vida.
Continúa el Salmo CXIX, citado por Pedro diciendo:
"Mi alma ha morado en muchas regiones como huésped." Esto nos invita a la meditación.
El Gran Kabir Jesus dijo: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas".
Los adúlteros y los fornicarios caerán en los Mundos Infiernos donde sólo se oye el llanto y el crujir de dientes.
Debemos distinguir entre una caída y una bajada.
Quien quiera subir, debe primero bajar. Nadie puede subir sin haberse tomado antes la molestia de bajar.
A toda exaltación le antecede una espantosa y terrible humillación.
Pedro tiene las llaves del Reino.
Estas dos llaves cruzadas son el Azufre y el Mercurio de los Sabios.
El Azufre es el Fuego sexual.
El Mercurio es el alma metálica del Esperma Sagrado.
El Azufre debe fecundar el Mercurio de los Sabios antes de iniciarse el ascenso del Mercurio azufrado por el canal medular espinal.
El Azufre y el Mercurio abren las puertas de las distintas regiones del Universo.
El Azufre y el Mercurio, aunque opuestos, se concilian mediante la Sal sublimada.
El Azufre y el Mercurio son los padres de la Piedra Filosofal.
Odian la paz los demonios rojos de Seth, éstos que luchan contra el Ser sin causa alguna.
Siempre oprimen en exceso a Pistis Sophía los agregados psíquicos y el León de la Ley.
Pedro, el Hierofante del sexo, siempre da la solución al arrepentimiento de Pistis Sophía.
El verdadero arrepentimiento del Alma tiene su fundamento sexual.
Jesús elogia a Pedro.
Y Jesús respondió: "Bien dicho y muy bien, Pedro. Esta es la solución al décimo arrepentimiento de Pistis Sophía.