Capítulo 45
Y sucedió entonces que Jesús, al terminar estas palabras dijo a sus discípulos: "¿Comprendéis la forma en que discurro con vosotros?". Andrés se adelantó y dijo: "Mi Señor, en relación con la solución del sexto arrepentimiento de Pistis Sophía, tu poder de Luz profetizó antes, a través de David, en el Salmo ciento veintinueve, diciendo:
Andrés y su Cruz es algo profundamente significativo.
La Cruz de San Andrés en la cual muriera crucificado el alkimista.
Son terribles las torturas psicológicas por las cuales hemos de pasar para desintegrar el Mercurio Seco, esto es, los agregados psíquicos, viva personificación de nuestros defectos psicológicos.
El Azufre (fuego) y el Mercurio (agua), se cruzan en equis (x) y se vuelven a cruzar incesantemente dentro de la Gran Obra.
El Mercurio de los Sabios es el alma metálica del esperma.
El alma metálica del esperma debe ser fecundada por el Azufre.
Andrés y su doctrina es la lucha por desintegrar los agregados psíquicos.
Andrés con su Cruz debe cristalizar el Azufre y el Mercurio en la forma de los cuerpos existenciales superiores del Ser.
El Azufre y el Mercurio, cruzados en una primera octava, cristalizan como cuerpo astral y en una segunda octava toman forma como cuerpo mental, y en una tercera octava, asumen la forma del cuerpo causal.
Poseer tales cuerpos es indispensable para recibir los principios anímicos y convertirse en hombre real.
El Andrés interior se perfecciona cuando los cuerpos existenciales superiores del Ser se han perfeccionado.
No es posible perfeccionar tales cuerpos si antes no se han eliminado los agregados psíquicos, viva personificación de nuestros defectos psicológicos.
Andrés debe desintegrar Mercurio Seco y Azufre Arsenicado.
Andrés debe cristalizar Mercurio Filosofal preparado.
Andrés debe desintegrar Mercurio Seco.
Sin una previa desintegración del Mercurio Seco no sería posible la cristificación.
Los cuerpos existenciales perfeccionados son de oro puro.
Crear los cuerpos es tan sólo una parte, perfeccionarlos es urgente e inaplazable.
Andrés interpreta el sexto arrepentimiento con el salmo CXXIX.
1. - Desde las profundidades te he llamado, Oh! Señor.
2. - Escucha mi voz: deja que tus oídos presten atención a la voz de mi súplica.
3. - Oh! Señor, si tú miras mis iniquidades, ¿Quién será capaz de pasar la prueba?
4. - Pues el perdón está en tus manos; por tu nombre he esperado, por ti, Oh! Señor.
5. - Mi alma ha esperado tu palabra.
6. - Mi alma ha esperado en el Señor, de la mañana a la noche. Deja que Israel espere en el Señor desde la mañana hasta la noche.
7. - Pues la gracia está junto al Señor y con él, es gran redención.
8. - El salvará a Israel de todas sus iniquidades".
La prueba del Sanctuario es muy difícil, muy pocos son los seres humanos capaces de pasar esa terrible prueba.
El Señor interior profundo sabe muy bien lo que son nuestras iniquidades; desintegrando las mismas, pasaremos la terrible prueba del Sanctuario.
Esa prueba contiene en sí misma todas las pruebas.
Esa prueba es, en sí misma, múltiples pruebas.
El Omnimisericordioso perdona muchos errores cuando en realidad merecemos el perdón.
El Alma espera siempre la palabra del Señor.
No basta escuchar la palabra, hay que hacer la palabra dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.
Aquél que escucha la palabra y no la hace es semejante al hombre que se mira en un espejo, luego da la espalda y se va.
El Alma espera al Señor interior profundo.
Israel espera en el Señor, desde la mañana hasta la noche.
Israel, es una palabra que debe ser analizada.
Is, nos recuerda a Isis y a los misterios Isíacos.
Ra, nos recuerda al Logos Solar.
Recordemos el disco de Ra, en el viejo Egipto de los Faraones.
El es El, El es el Dios interior profundo en cada uno de nos.
En secuencia y corolario etimológico correcto, el pueblo de Israel está constituido por las distintas partes del Ser.
Todas las múltiples partes auto- conscientes e independientes de nuestro propio Ser individual constituyen el pueblo de Israel.
La gracia del Señor interior cae en nosotros cuando realmente hemos pasado por la Aniquilación budhista.
Jesús elogia a Andrés. Le promete que los tiranos serán juzgados y consumidos por el fuego sabio.
Y Jesús dijo: "Bien hablado, Andrés bendito. Esta es la solución a su arrepentimiento. Amén, Amén, te digo, te perfeccionaré en los misterios de la luz y en todos los conocimientos, desde los interiores de los interiores hasta los exteriores de los exteriores; de lo inefable abajo, hasta las tinieblas de las tinieblas; desde la luz de las luces, hasta la… de la materia; desde todos los dioses hasta los demonios; desde todos los señores hasta los decanos, desde todas las autoridades hasta los servidores; desde la creación del hombre hasta la de las bestias salvajes, del ganado y los reptiles, a fin que seas llamado perfecto, perfeccionado en toda plenitud. Amén, Amén, te digo: En la región en la que estaré en el reino de mi Padre, estarás también conmigo. Y cuando el número perfecto esté completo, cuando la mezcla esté disuelta, te daré la orden de que traigas a todos los dioses tiranos que no han entregado la Purificación de su luz, y ordenaré al fuego sabio, sobre el cual pasa el perfecto, devorar a esos tiranos, hasta que entreguen la última purificación de su luz".
Obviamente, Andrés con su cruz en equis y su trabajo complicado y terriblemente difícil, cual es el de cristalizar lo que se debe cristalizar y desintegrar lo que se debe desintegrar, se perfeccionará en los misterios de la luz.
Las torturas de San Andrés son suficientes para su purificación.
Empero, no debemos olvidar a nuestro Andrés individual, interior.
Cada uno de nos tiene su Andrés.
Perfeccionarlo desde los interiores de los interiores hasta los exteriores de los exteriores, he ahí lo terriblemente difícil.
Andrés en la Gran Obra, sufriendo en su cruz sexual, debe perfeccionarse de lo inefable hacia abajo, hasta las tinieblas de las tinieblas, de la luz de las luces, hasta las tinieblas de la materia, desde todos los dioses hasta los demonios.
Andrés debe perfeccionarse mediante trabajos conscientes y padecimientos voluntarios, desde todos los señores hasta los decanos, desde todas las autoridades hasta los servidores, etc., etc., etc.
Cada una de las partes del Ser debe llegar a la perfección total, integral.
Andrés es una de esas partes autónomas y conscientes.
Andrés, perfeccionado dentro de cada uno de nos, se integra con el Padre.
Recordemos que necesitamos perfeccionar a cada uno de los doce dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.
El número perfecto dentro de cada uno de nos es la suma total de todas las partes autónomas y auto-conscientes de nuestro propio Ser individual.
Existen los doce y los veinticuatro y los siete y los cuatro, etc.
Existen las doce Potestades dentro de nosotros mismos.
Existen los veinticuatro Ancianos del zodíaco dentro de nosotros mismos.
Existen los cuatro Deva-Rajas o cuatro genios elementales dentro de nosotros mismos, etc., etc.
El León de la Ley existe dentro de nosotros mismos.
Obviamente, el Señor del tiempo puede devolvernos las memorias de nuestras vidas pasadas.
Existe el Anubis particular, propio, individual, dentro de cada uno de nos, él nos aplica la ley del Karma dentro de nosotros mismos.
La Madre Divina Kundalini dentro de nosotros tiene cinco aspectos, alegorizados por la vaca blanca de cinco patas.
Helena Petronila Blatvasky conoció en la India una vaca blanca de cinco patas, con la quinta de éstas espantaba las moscas y se rascaba, no hay duda de que la quinta pata estaba en la jiba.
Dice H. P. Blatvasky que esta preciosa criatura de la naturaleza era conducida por un joven de la secta Sâdhu quien se alimentaba exclusivamente con la leche de esa vaca.
Existe la Minerva dentro de nosotros mismos, quien nos da la sabiduría.
Existe el Guardián del Umbral dentro de nosotros mismos.
El Guardián del Umbral nunca se puede desintegrar porque es parte de nuestro propio Ser individual.
El Guardián del Umbral es un espejo de cuerpo entero que nos muestra el estado psicológico en el que nos hallamos en un momento dado.
Al Guardián del Umbral lo tenemos en el astral, en el mental y en el causal.
Son pues, tres los Guardianes del Umbral, tres partes de nuestro propio Ser individual.
Cada una de estas tres partes es autónoma, individual y auto- consciente.
Existe el policía del Karma dentro de nosotros mismos, dentro de nuestra Conciencia, él nos conduce ante los tribunales de la Ley cuando violamos la Ley.
El Ser es un verdadero ejército que debe perfeccionarse e integrarse.
Todo el trabajo es sexual, no existe otro camino.
Son muchas las partes independientes del Ser y a cada una debemos perfeccionarla.
No hemos citado todas las partes del Ser porque se necesitarían volúmenes para hablar sobre ellas y su trabajo.
Cuando el Ser sea integrado y la mezcla horripilante de los diversos elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos haya sido disuelta, caerán los tiranos perversos.
Esos tiranos que en nuestro interior llevamos son los factores capitales de nuestros procesos psíquicos abominables.
María interpreta las palabras de Jesús.
Y cuando Jesús concluyó de hablar estas palabras, dijo a sus discípulos: "¿Entendéis la manera en la cual os hablo?"
Y dijo María: "Sí Señor, he comprendido lo que has dicho. Concerniente a tus palabras, has dicho: A la disolución de la Mezcla entera tú tomarás tu asiento en una luz poder y tus discípulos, o nosotros, nos sentaremos a tu derecha, y tú juzgarás a los dioses tiranos que no han renunciado a la purificación de su luz, y el sabio fuego los morderá hasta que renuncien a la última luz en ellos; sobre esto, pues, tu luz poder, profetizó anteriormente a través de David, en su Salmo ochenta y uno, diciendo:
"Dios se sentará en la asamblea (sinagoga) de los Dioses y juzgará a los Dioses".
La Divina Madre Kundalini, Marah, María, la Mujer Serpiente, sabe muy bien que disueltos los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos, el Cristo Intimo toma su asiento dentro de nuestra Alma hecha toda Luz y Poder.
Todos los discípulos del Cristo Intimo residen dentro de nosotros, son, precisamente, las diversas partes autónomas y auto- conscientes de nuestro propio Ser.
Los dioses tiranos son realmente aquellas partes autónomas e independientes del Ser, que embotelladas en luces que no son la Luz crística, insisten en purificar su luz que no es la Luz del Señor.
Como ejemplo y para aclarar el párrafo anterior, diremos que en el mundo existen ciertas formas religiosas que sólo conducen a un callejón sin salida, mas sus feligreses insisten en purificarse y santificarse dentro de tales jaulas.
Se debe renunciar a tales doctrinas, se debe tener el valor de abandonar tales jaulas.
Lo importante está dentro de nosotros mismos.
Gnosis es conocimiento. Auto- Gnosis es auto- conocimiento de la Gnosis.
El Sabio Fuego morderá a los dioses tiranos hasta que renuncien a tantas doctrinas que existen en el mundo exterior.
Hay que abandonarlo todo para venir al Cristo Intimo.
Cuando decimos abandonarlo todo, nos referimos en este caso a diversas formas religiosas muertas.
Alguien puede luchar por su mismísima purificación en forma totalmente equivocada.
Sólo por la vía de la Auto- Gnosis marcharemos correctamente.
Dios se sentará en la sinagoga de los Dioses y los someterá a juicio.