Capítulo 55
Obstinado lanza sus emanaciones y de nuevo oprime a Sophía
Y Jesús continuó en su discurso diciendo a sus discípulos: "Ocurrió entonces que me llegué hasta el caos, brillando extraordinariamente, para arrebatar la luz del poder rostro de león. Como yo brillara en exceso, él sintió temor y llamó en su ayuda al dios Obstinado.
Inmediatamente el dios Obstinado buscó al treceavo aeón y miró hacia el interior del caos, sumamente iracundo y deseando ayudar al poder rostro de león. Enseguida el poder rostro de león y todas sus emanaciones rodearon a Pistis Sophía deseando arrebatarle toda la luz que había en ella. Ocurrió entonces, cuando oprimían a Sophía, que ella gritó a lo alto, pidiéndome ayuda y entonces, cuando ella miró a lo alto, vio a Obstinado sumamente iracundo y sintiendo temor, expresó el doceavo arrepentimiento con relación a Obstinado y sus emanaciones. Gritóme diciendo:
El poder de los Leones de la Ley utiliza a los mismos elementos tenebrosos para castigar al pecador.
Por ejemplo, los grandes dictadores de la historia fueron utilizados para castigar al mundo.
Dentro de cada ser humano existen agregados psíquicos vinculados a la Ley del Karma.
Los agregados psíquicos vinculados a la Ley del Karma pueden ser utilizados por el León de la Ley para castigar al delincuente.
El ego quiere hacer caer al Iniciado que marcha hacia el Treceavo Aeón.
El poder de los Leones de la Ley oprime a Pistis Sophía.
El obstinado ego y las potencias de las tinieblas odian mortalmente a quienes marchan hacia el Aeón Trece.
Doceavo arrepentimiento de Pistis Sophía.
1. - Oh! Luz, no olvides mi canto de alabanzas.
2. - Pues Obstinado y su poder rostro de león han abierto sus fauces contra mí y han actuado astutamente en mi contra.
3. - Me han rodeado deseando arrebatarme mi poder, y me odian por haberte cantado alabanzas.
4. - En vez de amarme me han infamado. Pero yo he cantado alabanzas.
5. - Han maquinado en mi contra para arrebatarme mi poder, por haberte cantado alabanzas, Oh! Luz, y me odian por haberte amado.
6. - Que la obscuridad caiga sobre Obstinado y el regidor de la obscuridad mayor permanezca a su vera.
7. - Y cuando tú pases sentencia, toma de él su poder y anula los actos que han tramado para arrebatarme mi luz.
8. - Y que todos sus poderes y que su luz en él se acaben y otro de los tres triples poderes reciba su soberanía.
9. - Que todos los poderes de sus emanaciones, carezcan de peso y que su materia se quede sin luz.
10. - Que sus emanaciones permanezcan en el caos, y no osen ir a su región.
11. - Que el Receptor, el Purificador de las luces, purifique todas las luces que hay en Obstinado y las retire de sus emanaciones.
12. - Que los regidores de la obscuridad inferior rijan sobre sus emanaciones y no permitan a ninguna morar en su región; y no permitas que alguien atienda al poder de sus emanaciones en el caos.
13. - Deja que se lleven la luz que hay en sus emanaciones y borra su nombre del treceavo aeón, o mejor aún, retira su nombre para siempre de esa región.
14. - Y deja que pongan en el poder rostro de león, el pecado que él emanó, ante la Luz, y no borres las iniquidades de la materia que lo produjo.
15. - Que su pecado esté eternamente ante la Luz y que no se les permita mirar mas allá del caos y sacar sus nombres de todas las regiones.
16. - Pues no han compadecido sino oprimido a todo aquél cuya luz y cuyo poder han arrebatado, y a mí, de común acuerdo con quienes ahí me colocaron y desearon arrebatarme mi luz.
17. - Ellos quisieron descender al caos; déjalos pues permanecer ahí y que de ahí no salgan. No deseaban la región de la Virtud como sitio de morada y no serán llevados a ella jamás.
18. - El se puso la obscuridad como un ropaje y entró en ella como el agua, introduciendo también en ella, como el aceite, sus poderes.
19. - Déjalo envolverse a sí mismo en el caos, como en una vestidura y ceñirse la obscuridad como cinturón para siempre.
20. - Que esto ocurra a quienes en nombre de la Luz me trajeron aquí diciendo: Arrebatémosle todo poder.
21. - Pero tú, Oh! Luz, ten piedad de mí por el misterio de tu nombre y sálvame por la bondad de tu gracia.
22. - Pues ellos me arrebataron mi luz y mi poder, y mi poder se desplomó internamente, de manera que no puedo estar erecta en su centro.
23. - He llegado ha ser como materia caída, arrojada de aquí y de allá, como un demonio en el aire.
24. - Mi poder ha perecido porque no poseo misterio; y mi materia ha menguado por falta de luz, pues ellos me la han arrebatado.
25. - Y se han burlado de mí, mirándome y moviendo en son de mofa sus cabezas.
26. - Ayúdame según tu misericordia".
Ahora y por tanto, que aquél cuyo espíritu esté preparado, venga y exprese la solución al doceavo arrepentimiento de Pistis Sophía".
Obstinado y el poder rostro de león siempre actúan en contra de Pistis Sophía.
Los Iniciados son aborrecidos por cantar alabanzas a la Gran Luz.
Los Iniciados cantan alabanzas a la Gran Luz aunque las tinieblas les odien.
Pistis es odiada por amar a la Gran Luz.
Que las tinieblas cubran al ego animal.
El administrador de la obscuridad mayor es el príncipe de este mundo, el inicuo.
El Anticristo es el inicuo.
Todo aquél que se pronuncie contra el Cristo Intimo es el Anticristo.
La falsa ciencia materialista ha sido creada por la mente del Anticristo.
La mente maquiavélica de los científicos materialistas, que hace milagros y prodigios engañosos, es el Anticristo.
La mente malvada de los moradores de la Tierra es el Anticristo.
La humanidad del Anticristo, la gente actual, perecerá entre el fuego y el agua, así el Anticristo perderá su poder.
Eso mismo sucede dentro del Iniciado que quiere regresar al Aeón Trece.
El Anticristo sucumbe dentro del Iniciado y este regresa al Aeón Trece.
Todos los poderes y falsa luz del Anticristo sucumbirán dentro del Iniciado.
En reemplazo del Anticristo y su poder, el Iniciado logra cristalizar en sí mismo a las tres fuerzas superiores de la naturaleza y del Cosmos.
Las tres fuerzas superiores de la Naturaleza y del Cosmos son: Santo Afirmar, Santo Negar y Santo Conciliar.
Fuerzas positiva, negativa y neutra.
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Las emanaciones del príncipe de este mundo son los demonios rojos de Seth.
La materia del príncipe de este mundo debe quedar desprovista de luz.
Las emanaciones del príncipe de este mundo caen en el caos inferior.
Las luces o porcentajes de Esencia embotellada entre el ego deben ser liberadas mediante la aniquilación de cada parte del ego o yo.
La Madre Divina Kundalini debe purificar toda luz y retirarla de entre cada agregado psíquico.
En los Mundos Infiernos, los regidores vigilan a los tenebrosos y no les permiten salir de la morada de Plutón.
Similarmente, dentro de cada uno de nosotros, los Regidores, partes superiores de nuestro Ser, deben vigilar a sus emanaciones, los demonios rojos de Seth.
La esencia, embutida entre los tenebrosos, no puede escapar hasta la muerte suprema de aquéllos.
El poder de los demonios en el caos debe ser anulada poco a poco.
La luz que está metida dentro de los demonios rojos de Seth debe ser retirada en forma revolucionaria.
El nombre de los perdidos está borrado en el Treceavo Aeón.
El León de la Ley proyecta el delito delante de sí para que se conozca, y jamás borra las iniquidades de quien las produjo.
Sólo destruyendo pacientemente a los agregados psíquicos y a base de perdón o negociación desaparece el Karma.
Empero, el delito proyectado continúa en el Akasha como una película hasta que aniquilemos las cintas teleoginooras.
En las cintas teleoginooras el delito es siempre visible y tangible.
Los tenebrosos deben vivir en el caos inferior y no se les permite mirar más allá de la morada de Plutón.
Los demonios rojos de Seth no han compadecido, sino oprimido a todo aquél cuya luz y poder arrebataron.
Los tenebrosos siempre desean arrebatarle la luz a Pistis Sophía.
Los perversos defienden al caos inferior; que continúen pues en el Tartarus.
Nunca desean los tenebrosos la morada de la virtud y por ello continúan entre las entrañas del Averno.
"Demonius est Deus inversus", el demonio es Dios a la inversa.
El Infierno es la matriz del Cielo.
En el Averno está la otra cara de Dios.
El Averno es la sombra de la Luz.
La Luz de la luz debe salvarnos por el misterio de su nombre y el poder de su gracia.
Pistis Sophía no puede estar de pie hasta que pase por la Aniquilación budhista.
Solo con la muerte adviene lo nuevo; si el germen no muere, la planta no nace.
El Iniciado caído sufre lo indecible.
Decrece el poder de los Iniciados cuando no poseen Misterio, es decir, cuando no trabajan en la Novena Esfera (el sexo).
l Misterium Magnum del Universo reside en su semilla, en su "Iliaster" y muy especialmente en su "Limbus Magnum".
El "Misterium" de un árbol reside en su germen.
El "Misterium" de un hombre reside en su simiente.
Quien no trabaja con el Misterium Magnum fracasa en la Gran Obra.
El Iniciado que no tiene un Vaso hermético debe conseguirlo para trabajar en los Misterios.
Entiéndase por Vaso Hermético, el Yoni femenino.
Los Misterios del Lingam-Yoni deben ser cultivados en secreto.
Las leyes del número seis enseñan que cuando un Alquimista no posee un Vaso Hermético en buenas condiciones, debe buscar otro que esté en perfecto estado para el trabajo de laboratorio.
Empero, ningún Alquimista podría usar con éxito un Vaso Hermético sin la voluntad del Padre que está en secreto.
El Misterio Magnum del sexo es terriblemente Divino.
Muchos son los ignorantes ilustrados que desconocen las reglas y procedimientos del Arcano seis.
El "Yo" fariseo de los ignorantes ilustrados que desconocen las reglas y procedimientos del Arcano seis, calumnia y vitupera al Alquimista que toma un nuevo Vaso Hermético.
Ignoran los profanos y profanadores los Misterios del Arcano seis.
Tontos son los Adeptos que por obedecer a los ignorantes ilustrados renuncian a su trabajo de laboratorio.
Esos Adeptos que se embotellan entre prejuicios morales y códigos de ética, renuncian a un Vaso Hermético y fracasan en la Gran Obra.
Vaso Hermético destruido no sirve para el trabajo en el laboratorio.
Por falta de luz, la materia humana de Pistis Sophía languidece inevitablemente.
Un Alquimista que renuncie a los Misterio Sexuales del Lingam-Yoni, de hecho deja de ser Alquimista y fracasa.
Los tenebrosos se burlan de los abstemios sexuales moviendo en son de mofa su cabeza.
La abstención sexual origina vibraciones malignas "Veneniooskirianas" terriblemente perversas.
Las vibraciones "Veneniooskirianas" son terriblemente malignas.
Las vibraciones Veneniooskirianas originan el desarrollo del abominable órgano Kundartiguador.
El abominable órgano Kundartiguador es el fuego sexual dirigido desde el hueso coxígeo haca abajo, haca los infiernos atómicos del hombre.
El abominable órgano Kundartiguador es la cola de Satán, la serpiente tentadora del Edén, la horrible serpiente Pitión que se arrastraba por el lodo de la tierra y que Apolo irritado hirió con sus dardos.
La serpiente tentadora es la antítesis de la serpiente de bronce que se enrosca en el Lingam generador.
Moisés en el desierto sanaba a los Israelitas con el poder maravilloso de la serpiente de bronce.
La serpiente tentadora del Edén tiene a la humanidad doliente sumergida en el estado fatal de la hipnosis colectiva.
La serpiente de bronce, la serpiente que se enroscaba en la vara de Esculapio, el Dios de la Medicina, debe despertarnos, sacarnos del estado de hipnosis colectiva.
Distingamos pues entre Kundalini y Kundartuguador, entre la serpiente que sube y la que baja.
Nunca cometamos el error de atribuirle a la serpiente que sube por el canal medular espinal del hombre, todos los poderes izquierdos y tenebrosos de la serpiente descendente.
Sólo aquél que esté preparado podrá entender el doceavo arrepentimiento de Pistis Sophía.
Andrés, dentro de nosotros, es esa parte autónoma y auto-consciente de nuestro propio Ser que se ocupa de los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia.
Estos tres factores son: Nacer, Morir y Sacrificarse por la humanidad.
La Cruz de Andrés suele ser terriblemente dolorosa.
El Mercurio y el Azufre deben cruzarse incesantemente si es que anhelamos continuar con la Gran Obra.
Los padecimientos del Iniciado crucificado en la Cruz de Andrés son indecibles.
No es posible purificar y perfeccionar los cuerpos mercuriales si renunciamos a la desintegración del Mercurio seco.
El Mercurio Seco está cristalizado en los agregados psíquicos, viva personificación de nuestros defectos psicológicos.
La desintegración de los agregados psíquicos sólo es posible a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios.
Se necesita pasar por grandes crisis emocionales y sufrimientos intencionales si en realidad queremos desintegrar atómicamente nuestros defectos psicológicos.
Ahora podemos comprender mejor los sufrimientos indecibles de nuestro Andrés Interior.
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados".
El supremo arrepentimiento necesario para la desintegración de cualquier agregado psíquico exige llanto y remordimiento.
Sin lágrimas, arrepentimiento y supremo dolor, no es posible desintegrar los agregados psíquicos.
Sería imposible comprender a Andrés sin la ciencia transmutatoria de "Yesod-Mercurio" y la desintegración de los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior llevamos.
Perforación y desintegración egoica en la Fragua encendida de Vulcano.
Sacrificio supremo del Andrés interior es urgente, inaplazable, impostergable.
El Alquimista que no se sacrifica por la humanidad, nunca llegará a ser Bodhisattva.
Sólo los Bodhisattvas de corazón compasivo, que han dado su vida por la humanidad, pueden encarnar al Cristo Intimo.
Debemos hacer una plena diferenciación entre los Srävakas y Budhas Pratyekas por una parte y los Bodhisattvas por otra.
Los Srävakas y Budhas Pratyekas sólo se preocupan por su perfeccionamiento particular sin importarles un comino la pobre humanidad doliente.
Obviamente los Budhas Pratyekas y los Srävakas nunca pueden encarnar al Cristo.
Solo los Bodhisattvas que se sacrifican por humanidad, pueden encarnar al Cristo.
El título sagrado de Bodhisattva sólo lo tienen legítimamente, los que han renunciado a toda felicidad Nirvánica, por amor a la humanidad doliente.
Obviamente, antes que nazca el Bodhisattva, debe formarse dentro de nosotros el Bodhisitta, no está demás aclarar que es necesario desintegrar el Ego, el Yo, para que surja el Bodhisitta.
El Bodhisitta se forma con los méritos del amor y supremo sacrificio por nuestros semejantes.
Dentro del ambiente y clima psicológico del Bodhisitta, se forma el Bodhisattva.
No confundamos pues al Bodhisitta con el Bodhisattva. El Bodhisitta es la conciencia superlativa del Ser, despierta y desarrollada.
El Bodhisitta surge en el aspirante que se sacrifica por sus semejantes mucho antes de que los cuerpos mercuriales hayan sido creados.
Sin el trabajo completo del Andrés interior jamás podríamos convertirnos en Bodhisattvas.
Cualquiera puede ser un Srävaka o un Budha Pratyeka, con sus cuerpos mercuriales, más eso no es suficiente para ser Bodhisattva.
Sólo aquellos que a través de distintos Mahämanvantaras han venido sacrificándose por las humanidades planetarias, merecen ser llamados Bodhisattvas.
Helena Petrovna Blatvaski llama convencionalmente Bodhisattvas a quienes poseen los cuerpos existenciales superiores del Ser, o mejor dijéramos, cuerpos mercuriales; empero, en riguroso Budhismo ortodoxo, sólo pueden calificarse como Bodhisattvas a aquellos que además de tener en sí mismo al Bodhisitta, han renunciado a toda felicidad nirvánica por amor a la humanidad.
La Cruz de San Andrés tiene la forma de equis (X) que es el jeroglífico extraordinario de las radiaciones luminosas y divergentes emanadas del Logos Creador.
En el centro de la Cruz de San Andrés resplandece la rosa, símbolo dar.
La Cruz de San Andrés simboliza iluminación… revelación, después de pavorosos sacrificios.
La cruz griega y la de San Andrés tienen en Ciencia hermética el mismo significado.
No está demás recordar que el "Phalus" vertical dentro del "Cteis" formal hacen cruz.
Phalus-Uterus conectados, forman cruz. Empero, cruz en equis (X) indica el trabajo completo en la Gran Obra.
Si resplandeciere la rosa sobre la Cruz de San Andrés la Obra habrá sido victoriosamente concluida.
Los perversos usan la lengua para desacreditar a los Iniciados.
Con palabras de odio los malvados calumnian a los Adeptos que trabajan en la Gran Obra del Padre.
Empero, los Adeptos contestan con amor a los vituperios y bendicen a quien les maldicen.