Capítulo 130
María aboga por aquéllos que ha descuidado los misterios.
Y María prosiguió diciendo al Salvador: "Mi Señor si un hombre ha recibido los misterios de la Luz que están en el primer espacio de afuera, cuando el tiempo de esos misterios se ha cumplido, y este hombre continúe recibiendo el misterio de todos los misterios que están en el interior de los misterios que él ya ha recibido y que ha descuidado y dejado de pronunciar la plegaria que quita la maldad de los alimentos y que come y bebe y a causa de la maldad de esos alimentos ha sido ligado a la rueda del Destino de los arcontes, y por los elementos impuros que lo imponían ha pecado nuevamente, después que el tiempo en que el misterio se ha cumplido; puesto que él se ha descuidado en pronunciar la plegaria que retira la maldad de las almas y que las purifica; y este hombre ha salido del cuerpo sin arrepentirse, sin haber recibido nuevamente los misterios de los misterios que están en el interior de los misterios que él ya ha recibido, aquellos que se reciben una vez más, cuando uno se arrepeinte, a fin de que los pecados sean perdonados.
Y cuando salió del cuerpo hemos sabido con certeza que se le ha arrojado enmedio del dragón de las tinieblas exteriores por los pecados que ha cometido.
Y este hombre no tiene ninguna ayuda en el mundo ni a nadie compasivo que pueda ejecutar el misterio del inefable para que sea retirado de en medio del dragón de las tinieblas exteriores y que sea llevado al Reino de la Luz.
Dinos mi Señor, ¿qué hará él para salvarse de las tinieblas exteriores? Mi Señor, no lo abandones ya que él ha sufrido en las persecuciones y en toda la divinidad en que se encuentra.
Oh! Señor, no lo abandones ya que él ha sufrido en las persecuciones y en toda la divinidad en que se encuentra.
Oh! Señor, ten piedad de mí, a fin de que ninguno de nuestros seres queridos se encuentre en un caso semejante, ten piedad de todas las almas que están en esa situación ya que eres tú quien tiene la llave que abre y cierra el universo, y es ti misterio el que lo contiene todo.
Oh! mi Señor, ten piedad con esas almas que han pronunciado tus misterios en un solo día, y en verdad han creído en tus misterios sin hipocresía. Oh! mi Señor, otórgales el don de tu bondad y el reposo de tu misericordia."
Cuando María dijo esto, el Salvador la proclamó grandemente bienaventurada por las palabras que había pronunciado y con gran compasión le dijo; "A todos los hombres que estén en la situación que has mencionado, mientras te encuentren con vida, dadles el misterio de uno de los doce nombres de las mazmorras dle dragón de las tinieblas exteriores, aquéllos que os daré cuando haya terminado de explicaros la emanación del universo desde el interior hasta el exterior y desde el exterior hasta el interior."
De la virtud de los doce nombres de los doce ángeles.
"Y todos los que encuentren el misterio de uno de los doce nombres del dragón de las tinieblas exteriores y que aún siendo grandes pecadores hayan recibido los misterios de la Luz y hayan transgredido con el pecado o no hayan realizado ningún misterio; si han completado sus ciclos de cambios y si salen del cuerpo sin haberse arrepentido y sean conducidos a los castigos que están enmedio del dragón de las tinieblas y permanecen en los ciclos y en los castigos enmedio del dragón, - si conocen el misterio de uno de los doce nombres de los ángeles mientras tengan vida y estén en el mundo y si pronuncian uno de sus nombres mientras se encuentran enmedio de los castigos del dragón, - en el momento en que lo pronuncien, el dragón será sacudido con las más grandes convulsiones y la puerta de la mazmorra en la cual se encuentren esos hombres se abrirá a sí misma hacia arriba en el arconte de dicha mazmorra y los lanzará de allí porque han encontrado el misterio del nombre del dragón."
Las almas que conocen los nombres escapan y son llevadas a Jeú.
"Y cuando el arconte expulsa a dichas almas, inmediatamente los ángeles de Jeú, el Primer Hombre, que guarda las mazmorras de esa región, las arrebatan para conducirlas ante Jeú, el Primer Hombre, que las ve y las examina y encuentra que han completado sus vueltas y no es lícito traerlas de nuevo al mundo porque es contra la ley enviar al mundo almas que ya han sido arrojadas a las tinieblas exteriores. Pero si esas almas no han completado su número de retornos en los cambios de cuerpos, los receptores de Jeú las conservan hasta realizar el misterio del Inefable para ellas y las cambian a un cuerpo idóneo que encuentre los misterios de la Luz y herede el Reino de la Luz."
De su destino subsecuente.
"Pero si Jeú las examina y encuentra que no han completado sus vueltas o retornos y que no está conforme a la ley regresarlas de nuevo al mundo, y que además el signo del Inefable no está con ellas, entonces Jeú se apiada de ellas y las conduce ante las siete Vírgenes de la Luz. Ellas las bautizan con sus bautismos aunque no les dan la unción espiritual y las conducen al Tesoro de la Luz, pero no las colocan en las jerarquías de la Herencia, porque no tienen el signo ni el sello del Inefable; sin embargo las salvan de todos los castigos poniéndolas en la Luz del Tesoro, separadas y apartadas hasta la ascención del universo. Y en el momento en que rasguen los velos del Tesoro de la Luz, ellos depuran a esas almas y las purifican nuevamente, dándoles los misterios otra vez y las colocan en la última jerarquía que está en el Tesoro para que así sean salvadas de todos los castigos de los juicios."
Y cuando el Salvador dijo esto, agregó: "¿Habéis comprendido la forma en que os he hablado?"
María interpreta lo mismo de un refrán antiguo.
Entonces María respondió diciendo: "Mi Señor, ésta es la palabra que nos has dicho antes en forma similar: "Hacéos amigos de Mamón el Injusto, a fin de que si os toca permanecer detrá, él pueda recibiros en sus tabernáculos eternos. "¿Y quien es Mamón el Injusto sino el dragón de las tinieblas exteriores? Esta es la palabra: Aquél que comprenda el misterio de uno de los nombres del dragón de las tinieblas exteriores, si permanece atrás en las tinieblas exteriores o si ha completado los retornos de los cambios de cuerpo y pronuncia el nombre del dragón, será salvado de las tinieblas y será recibido en el Tesoro de la Luz. Esta es la palabra mi Señor."
El Salvador respondió de nuevo diciéndole a María: "Bien dicho María, pura y espiritual. Esa es la solución de la palabra."