• Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

La Pistis Sophia Develada: Capítulo 134

Capítulo 134

Después que Jesús dijo esto, María respondió diciendo: "Mi Señor, si los hombres en su búsqueda se encuentran con las doctrinas del error. ¿cómo harán par saber si éstas son las tuyas?"

El Salvador respondió diciéndole a María: "Yo os he dicho en otro tiempo: "Sed como el hábil cambista de moneda, tomad lo bueno y desechad lo malo."

El criterio de ortodoxia.

"Así pues, decid a todos los que anhelan la divinidad: "Si el viento del norte sopla, vosotros sabeis que hará frío, si el viento del sur sopla sabréis que hará ferviente calor." "Por lo tanto decidles: "Si habéis conocido la faz del cielo y de la tierra por los vientos, conoceréis también con exactitud a todo aquél que venga a vosotros proclamando la divinidad ya sea porque sus palabras armonicen y se ajusten a las palabras con que yo os he hablado ante dos o tres testigos o porque armonicen con la dirección del viento y de los cielos y de los circuitos y de las estrellas y de los veedores de luz y de toda la tierra y lo que hay en ella y de todas las aguas y lo que hay en ellas. Decidles entonces: "Aquéllos que vengan a vosotros y que sus palabras armonicen y se ajusten en la gnosis completa con aquellas palabras que yo os he dicho, lo recibiré como si fueran nuetros. "Esto es lo que debéis decir a los hombres cuando les prediquéis que deben cuidarse de las doctrinas del error."

 

Los libros de Jeú.

"Así pues, para bien de los pecadores yo me he desdoblado a mí mismo para venir al mundo y salvarlos. Por que aún los justos que no han obrado mal ni han pecado, necesitan conocer los misterios que están en los libros de Jeú, los cuales he hecho que Enoc los escriba en el paraíso al dialogar con él sobre el árbol de la Gnosis y sobre el árbol de la Vida, haciendo que los depositara en la roca Ararad y coloqué el arconte Kalapatauroth, que está sobre Skemmut sobre cuya cabeza se posa el pie de Jeú y quien rodea todos los aeones y Destinos. -He colocado ese arconte como guardián de los libros de Jeú a causa del diluvio y para que ninguno de los arcontes los codicien y los destruyan. Estos os los daré cuando os haya hablado de la expansión del universo."

Cuando el Salvador dijo esto, María le respondió diciendo: "Mi Señor, ¿quién es pues el hombre que no ha pecado y que sea puro de iniquidades? Porque si es libre de un pecado, no podrá serlo de otro a fin de que pueda encontrar los misterios que están en los libros de Jeú. Porque yo digo: Un hombre en este mundo no está libre de pecados porque si es libre de uno, no podrá serlo de otro."

 

Pocos cumplirán con el misterio del Primer Misterio.

El Salvador respondió diciéndole a María: "Os digo: Encontrarán uno entre mil y dos entre diez mil para el cumplimiento del misterio del Primer Misterio. Esto os lo diré cuando os haya explicado la expansión del universo. Por esta razón me he desdoblado a mí mismo y he traído los misterios al mundo, porque todos están bajo el dominio del pecado y necesitados del don de los misterios."