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La Pistis Sophia Develada: Capítulo 33

Capítulo 33

Sucedió entonces, cuando Jesús hubo dicho estas palabras a sus discípulos, que les dijo: Esta es la canción de alabanza que Pistis Sophía expresó en su primer arrepentimiento, arrepintiéndose de su pecado, recitando todo aquello que le ocurrió. Ahora, por tanto: El que tenga oídos para oír, que oiga.

María se le acercó de nuevo y le dijo: Mi Señor, mi espíritu de luz tiene oídos y yo oigo con mi poder de luz; y tu espíritu que está en mí, me ha serenado. Escucha pues y que yo pueda hablar con relación al arrepentimiento que Pistis Sophía expresara, hablando de su pecado y de lo que le ocurrió. Tu poder de luz profetizó esto anteriormente a través del Profeta David, en el Salmo sesenta y ocho:

Aquéllos que se han arrepentido de sus pecados cantan a la Gran Luz.

Marah, María, Isis, la Virgen del Mar, dentro de nosotros mismos, oye con el poder de la Luz y el Espíritu del Señor mora en ella.

Dios se levanta dentro de nosotros cuando nuestra Divina Madre Kundalini desintegra y esparce las cenizas de los enemigos del Eterno.

Incuestionablemente, los enemigos de Dios son los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos.

Tales elementos personifican a nuestros defectos psicológicos: Ira, Codicia, Lujuria, Envidia, Orgullo, Pereza, Gula, etc., etc., etc.

Como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de nuestro Dios interior profundo.

Mas los Justos, es decir, aquéllos que han hecho la Gran Obra, se alegrarán, se gozarán delante de su Dios íntimo y saltarán de alegría.

Cantad a vuestro Dios interior profundo, cantad salmos a su Nombre, exaltad al que cabalga sobre todos los niveles superiores del Ser.

Jah, es su nombre; Jah es el mantram mediante el cual se invoca al Anciano de los Días; cada uno de nos tiene su propio Anciano: él es la parte superior del Ser.

"Padre de huérfanos y defensor de viudas", es Dios en su santa morada.

"Dios hace habitar en familia a los desamparados, saca a los cautivos a prosperidad, mas los rebeldes habitan en tierra seca".

María interpreta el primer arrepentimiento del Salmo LXVIII.

1. - Sálvame, Oh! Dios, pues las aguas llegan hasta mi alma.

2. - Me hundo, o estoy ya sumergida en el cieno del Abismo, e impotente. He bajado a las profundidades del mar, una tempestad me ha sumergido.

3. - He permanecido llorando; mi garganta está muda y mis ojo se han marchitado, esperando pacientemente por Dios.

4. - Quienes me odian sin motivo son mayores en número que los cabellos de mi cabeza; fuertes son mis enemigos, que violentamente me persiguen. Me exigen aquello que no tomé de ellos.

5. - Dios, tú conoces mi insensatez y mis faltas no se te ocultan.

6. - Que los que esperan en ti, Oh! Señor, Señor de los poderes, no se avergüencen por mi causa; que aquéllos que te buscan no sufran vergüenza por mi causa. ¡Oh Señor, Dios de Israel, Dios de los poderes!

7. - Pues por tu causa he soportado vergüenza; la vergüenza a cubierto mi rostro.

8. - Me he convertido en una extraña para mi familia, una extraña para los hijos de mi madre.

9. - Pues el celo de tu casa me ha consumido; y las injurias de quienes te vilipendian han caído sobre mí.

10. - Conformé mi alma con premura y me fue devuelta para mi reproche.

11. - Me apliqué silicios y me convertí en proverbio para ellos.

12. - Los que se sientan a las puertas, conversaron conmigo; y los que beben vino, cantaron cerca de mí.

13. - Pero yo oré con mi alma hacia ti, Oh! Señor, el tiempo de tu benevolencia es ahora, ¡Oh Dios! En la plenitud de tu gracia, presta oídos a mi salvación en la verdad.

14. - ¡Sácame de este cieno!, que no me hunda en él. Permite que sea salvada de quienes me odian, y de las profundidades de las aguas.

15. - Que no me hunda un flujo de aguas, que no me trague la profundidad, que no cierre el pozo su boca sobre mí.

16. - Escúchame, Oh! Señor, por tu gran misericordia; conforme a la abundancia de tu compasión mira hacia abajo, a mí.

17. - No vuelvas tu rostro de ésta, tu sierva, pues estoy oprimida.

18. - escúchame presuroso, presta atención a mi alma y redímela.

19. - Sálvame de mis enemigos, pues tú conoces mi desgracia, mi vergüenza y mi deshonor; todos mis opresores están ante ti.

20. - Mi corazón sufrió desgracia y miseria y yo esperé por alguien que se preocupase por mí, pero no llegó, y por el que habría de confortarme, pero no lo encontré.

21. - por alimento me dieron hiel, y para mi sed me dieron a beber vinagre.

22. - Sirva su mesa de trampa para ellos, y de señuelo y pago, y de tropiezo.

23. - Que los hagas inclinar sus espaldas en todo momento.

24. - Derrama tu indignación sobre ellos, y tu ira; que tu enojo los sobrecoja.

25. - Que su casa de campaña se vea desolada, que no haya morador en sus habitaciones.

26. - Pues ellos persiguieron a aquél a quien tú habías castigado, y aumentaron el escozor de sus heridas.

27. - Porque añadieron iniquidad a sus iniquidades, que no entren a tu justicia.

28. - Que sean borrados del libro de los vivientes y que no sean inscritos entre los justos.

29. - Soy una pobre desdichada que también tiene roto el corazón; pero la salvación de tu rostro es lo que me ha elevado.

30. - Alabaré el nombre de Dios en la oda y lo exaltaré en la canción de gracias.

31. - Esto agradará más a Dios que un toro joven adelantando cuernos y pezuñas.

32. - Que los infelices vean esto y se alegren; que le busquen, Oh! Dios, y que sus almas vivan.

33. - Pues Dios ha oído al desventurado y no ha despreciado a los prisioneros.

34. - Que el cielo y la tierra alaben al Señor, el mar y todo lo que éste contiene.

35. - Pues Dios salvará a Sión, y las ciudades de Judea serán construidas, y ellos habitarán en ellas y las heredarán.

36. - Las simientes de tus ciervos la poseerán y aquéllos que amen su nombre morarán ahí.

Marah, Isis, Adonia, la Serpiente Ignea de nuestros mágicos poderes, la "Mujer- serpiente", sufre muchísimo dentro de nosotros mismos.

Isis siempre sufre por su hijo, en nosotros y dentro de nosotros mismos, aquí y ahora.

Cada uno de nos hace sufrir demasiado a su Divina Madre Kundalini.

Las gentes derraman el vaso de Hermes y perecen entre las aguas de la vida.

Moisés fue salvado de las aguas pero las multitudes no quieren ser salvadas de las aguas.

Sólo pueden ser salvados de las aguas Aquéllos que en verdad no derraman jamás el Vaso de Hermes.

Marah, María, sumergida en el cieno, sufre lo indecible.

Los malos hijos hacen sufrir a su Madre.

La corriente lujuriosa del mal hijo hunde a la Madre entre las profundidades del océano del dolor.

Los agregados psíquicos odian mortalmente a la Divina Madre Kundalini.

En el castillo de Klingsor, y en todos los templos de magia negra, los tenebrosos atacan violentamente a todo aquél que nombre a la Divina Madre Kundalini.

La Divina Madre Kundalini sufre lo indecible por el hijo. Lucha desintegrando los elementos psíquicos indeseables y responde por su hijo sintiéndose una con el hijo.

La Divina Mujer- serpiente siente vergüenza por los pecados del hijo.

Es demasiado lo que hacemos sufrir a nuestra Madre Kundalini.

El Iniciado, caído en el cieno, sufre lo indecible y las injurias hieren su corazón.

Aquéllos que perdieron su Alma y la recobraron, sufren al ver sus errores.

Debemos arrepentirnos de nuestros errores.

El Iniciado debe permanecer impasible ante la alabanza y el vituperio.

Realmente, no somos más porque nos alaben, ni menos porque nos vituperen, porque siempre somos lo que somos.

Salvación en la Verdad es radical.

"Conoced la verdad y ella os hará libres", dijo el Cristo.

El Iniciado que trabaja con el auxilio de la Divina Madre Kundalini, iluminado por Sophía, mas en dolor, pide al Padre sea sacado del cieno.

Ser salvado de las aguas como Moisés, es extraordinario.

Las aguas de la vida, el "Ens Seminis", suelen ser tormentosas.

Raros son aquéllos que logran la salvación real.

Casi todos los seres humanos caen en el pozo, son tragados por la profundidad.

El Gran Misericordioso puede salvarnos si trabajamos sobre sí mismos.

El Señor muestra su rostro de siervo que trabaja sobre sí mismo.

Sólo el Cristo íntimo puede salvarnos.

Los enemigos de nosotros están dentro de nosotros mismos.

Los enemigos secretos moran en nuestra propia psiquis, son los agregados subjetivos, viva personificación de nuestros defectos psicológicos.

Los agregados psíquicos hacen de nosotros criaturas anormales.

La psiquis de los humanoides de la Tierra es muy extraña, resulta subjetiva, incoherente y anormal.

Obviamente, la psiquis, embotellada en los agregados psíquicos, se procesa anormalmente.

En tanto el ego animal continúe vivo dentro de nosotros, por alimento tendremos hiel.

Mientras continúe dentro de la psiquis del Iniciado los elementos indeseables del "mi mismo", tendremos que beber vinagre para apagar la sed y los dolores se multiplicarán hasta el infinito.

Que las amarguras sean para los agregados psíquicos.

Realmente, son los agregados psíquicos quienes deben destilar y beber su propio veneno.

La indignación del Ser debe ser contra ellos, contra los elementos psíquicos indeseables que llevamos dentro.

Que la Esencia sea liberada y que los tenebrosos perezcan.

Los perversos, que en nuestro interior llevamos, añaden siempre inquietud a sus iniquidades.

Deben ser desintegrados los agregados psíquicos, borrados del libro de los vivientes.

El iniciado se siente un pobre desdichado que tiene roto el corazón, pero la salvación del Ser interior profundo le eleva, le estimula, lo mantiene firme en el real camino.

Alabar al Señor interior profundo en el verso, y exaltarlo en la canción de gracias, es necesario.

Dios escucha al Alma que sufre y jamás desprecia a los prisioneros, es decir, a los que están pagando Karma.

Los cuatro elementos: Fuego, Agua, Aire y Tierra, se hallan contenidos en el Mercurio de los Sabios; por ello, éstos pueden gobernar los elementos de la Naturaleza.

Los elementos de la Naturaleza son gobernados por el Super-Hombre.

La Jerusalem celestial resplandece dentro del Adepto resurrecto.

En la simiente de los siervos del Señor está la Jerusalem celestial.

Los pueblos antiguos rindieron cultos al maíz, al trigo y al arroz, porque en ellos está representada la Simiente Sagrada.

Mayas y Nahoas simbolizaron al Mercurio de los Sabios con el maíz.

Medio Oriente y Europa vieron en el trigo a la Simiente Bendita.

China, Japón, India, en el arroz vieron al Esperma Sagrado.

Sólo mediante la ciencia transmutatoria convertiremos al Ens Seminis en Energía Creadora, esto es, en Mercurio.

Quien posea el Mercurio de los Sabios puede crear dentro de sí mismo los cuerpos existenciales superiores del Ser.

Quien posea dentro de sí mismo el Mercurio de los Sabios, habitará en la ciudad de Heliópolis.

Mediante el Mercurio de los Sabios Dios salvará a Sión y las ciudades interiores serán construidas, y los iniciados habitarán en ellas y las heredarán.

Dentro de cada ser humano debe construirse una Ciudad Luz, una Jerusalem Celestial.

Así, los Iniciados habitan en la ciudad de Heliópolis.

Así dentro de cada ser humano, existe una ciudad psicológica terriblemente maligna, poblada por los demonios del deseo; necesitamos destruir tal ciudad.

Se hace necesario fabricar el Mercurio de los Sabios para edificar dentro de nosotros mismos la Jerusalem Celestial.

Escrito está: "La simiente de tus siervos la poseerá, y aquellos que amen su Nombre, morarán ahí".

Conócete a ti mismo.

Vosotros que deseáis conocer la Piedra Filosofal, conocéos bien y la conoceréis.

En el Mercurio de los Sabios está la clave para la Piedra Filosofal.

En el Mercurio, que es el alma metálica del Esperma Sagrado, los elementos de la Naturaleza se juntan en su proporción debida y en su cualidad natural.

Todo lo que buscan los Sabios proviene del Mercurio.

Sólo el Mercurio tiene el poder de disolver, mortificar y destruir los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos.

En el Mercurio, los elementos se transforman unos a otros.

El elemento Tierra, dentro de cada uno de nos, se cambiará en Agua, ésta en Aire, y por fin, el último, en Fuego.

Así, el Mercurio, fecundado por el Azufre (Fuego), y mediante los buenos oficios de la Sal sublimada, subirá por el canal medular del aspirante para transformarlo radicalmente.

La Luz brilla en las Tinieblas.

Stella Maris, la Virgen del Mar, Devi Kundalini, resplandece en el Mercurio que asciende por el canal medular del Iniciado.

La Serpiente Ignea de nuestros mágicos poderes reduce a polvo a los habitantes tenebrosos de la ciudad psicológica.

Sobre las ruinas de la ciudad maldita, se levantará la Jerusalem Celestial.

La Jerusalem Celestial es, pues, algo interior profundo, nuestro propio Universo interior.